España es el país europeo donde la población más acude al médico. Se estima que cada persona hace una media de 10 visitas al año. Las cuestiones burocráticas como la solicitud de recetas, bajas laborales, etc. y las consultas banales son algunos motivos que explican la hiperfrecuentación. A esto hay que sumar que los avances diagnósticos y terapéuticos han mejorado el diagnóstico de las enfermedades crónicas cada vez en fases mas precoces. Y los casos no dejan de aumentar asociados a una mayor esperanza de vida. El Sistema Sanitario tiene dificultades para dar respuesta a esta situación. Los médicos apelan a un autocuidado responsable poder afrontar este reto, que es uno de los contenidos principales de la mesa “Atención al paciente crónico. El paciente experto” celebrada en el 30º Congreso de la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria (semFYC) que concluye hoy en Valencia.
El objetivo de esta mesa es debatir sobre la necesidad de devolver la responsabilidad a los ciudadanos en el cuidado de su salud a través de la capacitación/educación de los mismos. Actualmente, las enfermedades crónicas son la primera causa de gasto sanitario. Lo que supone un reto para los profesionales y para el Sistema Sanitario, que está diseñado para dar respuesta a los procesos agudos, aquellos que se diagnostican, se tratan y se curan en un breve periodo de tiempo. “Las patologías crónicas”, explica el doctor Domingo Orozco, vicepresidente de semFYC, “son enfermedades que duran 20, 30 ó 40 años y en las que el paciente requiere un nivel de información innecesario en otro tipo de enfermedades. En su atención se producen situaciones muy distintas que implican para el profesional un reto”.
Un ejemplo paradigmático sería la diabetes. En este caso, el paciente precisa saber mucho sobre su problema, ya que va a convivir con su enfermedad muchos años. “Necesita conocerla bien y saber cómo prevenir las complicaciones. Es esencial porque tener o no una buena calidad de vida va a pasa en gran medida por el propio paciente. Nuestro objetivo es que se conviertan en personas autónomas. De hecho, mientras que hace años el diabético tenía que ir al centro de salud a ponerse la insulina, ahora puede ahorrarse esa visita porque se la administra él mismo”.
-Paciente responsable
El reto de la cronicidad supone actuar de forma proactiva sobre los determinantes de salud que inciden en su aparición, pero también se debe subrayar, tal y como reconoce la Organización Mundial de la Salud (OMS), el protagonismo esencial que tiene una actitud activa del paciente en todos los procesos relacionados con las enfermedades crónicas.
Para el doctor Orozco, otro de los retos que tienen los nuevos programas de cuidado al paciente crónico es el desarrollo de las nuevas tecnologías y canales de consulta (telefónica, por Internet…), y la existencia de espacios informativos que estén validados científicamente. “Internet es una herramienta muy interesante para acceder a la información desde cualquier parte del mundo, el problema es que hay mucha que no es científica y el paciente debería tener la tranquilidad de poder acceder a información validada o recomendada por su médico”.
-Eficacia de los Programas de Atención al Paciente Crónico
Estados Unidos ha sido pionero en poner en marcha los Programas de Atención al Paciente Crónico, que ahora se empiezan a desarrollar y aplicar en Europa. “Su implantación en España resulta un poco complicada, teniendo en cuenta que tenemos una característica diferencial con el resto de países de nuestro entorno: la importante tasa de frecuentación a la consulta”.
Ejemplo de la eficacia de estos programas es el que se ha llevado a cabo en el Instituto Catalán de Salud, dirigido a pacientes con insuficiencia cardiaca. El programa constaba de 9 sesiones teórico-prácticas y participaron 10 pacientes. Un 20.1% mejoró sus hábitos de vida y un 9.2% los conocimientos adquiridos. A los 6 meses, estas cifras alcanzaron a un 25% en los hábitos de vida y a un 13.3% en los conocimientos. “En estos programa también se ha demostrado que los pacientes tienen una mayor adherencia al tratamiento prescrito y que además ganan en motivación y confianza”. Otro ejemplo es el Programa multicentrico PROPESE para pacientes con cardiopatía isquémica llevado a cabo en varios centros de salud de la Comunidad Valenciana en colaboración con servicios de cardiologia.
-Paciente crónico, paciente experto
El paciente experto es un paciente crónico, que conoce y entiende su enfermedad, que se responsabiliza de su salud y que además quiere estar bien informados. Asimismo, tiene una actitud proactiva para poder adaptarse a los cambios necesarios para tener una mejor calidad de vida. A veces incluso se implica en promover esta actitud a otras personas con el mismo problema de salud. En opinión del doctor Orozco, no siempre es el profesional el que más motiva. “En muchos casos es más efectivo que se lo cuente alguien que está en la misma situación”.
En las consultas del médico de familia cada vez es más frecuente encontrarse a pacientes formados, con un mayor acceso a la información, que exigen sus derechos a la salud como consumidores. “El paciente está cambiando y nosotros debemos estar preparados para ello. Vivimos un momento de transición de un paciente más pasivo a otro más activo. Es imprescindible trabajar en equipo y convertirnos en la primera fuente de información”, concluye este experto.