España y el PSOE en 1915

Por Lasnuevemusas @semanario9musas

Los socialistas realizaban al terminar cada año un balance de su trabajo y de la realidad española, publicándose en El Socialista en el último número del año que terminaba o en el primero del año siguiente.

En varias ocasiones nos hemos acercado a estos textos, como en el caso presente para el año 1915, en plena Gran Guerra, porque nos informan de la postura socialista sobre los problemas de España, un material poco consultado por la historiografía.

Así es, ¿qué había pasado en España y qué había hecho el Partido Socialista en 1915, desde su propia perspectiva? Lo analizamos en los siguientes puntos:

  1. La Guerra y el régimen capitalista. Los socialistas no sabían si en 1916 se terminaría el conflicto, y se lamentaban de la situación, esperando que en el futuro no volvieran a ocurrir catástrofes como la que se estaba viviendo. Pero el dolor no se quedaba en una lamentación, sino que también era un acicate para la reflexión con el fin de buscar soluciones. Ese remedio tenía que pasar, necesariamente por el triunfo del socialismo, en la transformación del régimen capitalista, único responsable de la tragedia.
  2. La Guerra y el Congreso del PSOE. Los socialistas recordaban que habían celebrado un Congreso, y que como bien sabemos, fue el X, en el mes de octubre de 1915. En línea con el punto anterior, dicho Congreso culpabilizó al capitalismo del conflicto, pero también se buscó la responsabilidad dentro de ese régimen capitalista, y una de las partes tenía esa responsabilidad porque había provocado el conflicto. Por eso, y porque se buscaba que la resolución de la guerra fuera lo más favorable a la causa socialista el Congreso había manifestado el deseo de que triunfasen los países que luchaban contra Alemania, es decir, los aliados. Eso permitiría el desarrollo del movimiento obrero hasta en los países derrotados. Debemos recordar que el debate sobre la guerra fue muy intenso, entre los que defendían esta idea, la que terminaría triunfando, y una línea más internacionalista de responsabilizar a todos los contendientes de la tragedia.
  3. Las consecuencias de la guerra. En este punto los socialistas españoles se centraban en las que afectaban a España, especialmente la cuestión del encarecimiento de las subsistencias. En este sentido, el PSOE había dirigido varias reclamaciones al Gobierno para que se terminase con este problema y el del paro, además de secundar las campañas emprendidas por la UGT.
  4. La guerra de Marruecos. Los socialistas consideraban que mantener la guerra en Marruecos dañaba los intereses del pueblo español, en beneficio exclusivo de los intereses particulares que sostenían el sistema político. Por eso, el PSOE venía combatiendo desde siempre este conflicto con ahínco.
  5. La Ley de Jurisdicciones. En el razonamiento socialista para combatir la guerra en el norte de África había que tratar la influencia del ejército, vinculada al mantenimiento de la Ley de Jurisdicciones, que siempre había sido combatida por el Partido y las Juventudes, además de resaltar en esta cuestión la labor de las mujeres socialistas. Debemos recordar que esta Ley fue aprobada en 1906 y no fue derogada hasta la llegada de la Segunda República. Nació al calor de los hechos del Cu-Cut!, y fue obra no de los conservadores sino de los liberales de Segismundo Moret, generando una reacción no sólo del movimiento obrero, sino también del catalanismo y del republicanismo, articulándose electoralmente estas dos fuerzas en Solidaridad Catalana. La Ley en cuestión ponía bajo la jurisdicción militar cualquier ofensa que se realizara a la unidad de la patria, la bandera y el honor del ejército, provocando una clara merma del derecho de la libertad de expresión.
  6. Los socialistas consideraban que el caciquismo era uno de los principales obstáculos para el progreso de sus ideas, porque atacaba a las organizaciones socialistas en muchos lugares. Los socialistas siempre habían denunciado el cierre de Casas del Pueblo, Centros Obreros y las disoluciones de Sociedades Obreras y Agrupaciones Socialistas. En algunos casos se reconocía el éxito en las gestiones porque el Gobierno había hecho cumplir la ley, pero no siempre había sido así, prueba del persistente poder de los caciques.
  7. Sucesos de Benagalbón. Antes de reflejar la postura socialista debemos recordar que estos hechos se produjeron, en realidad, en marzo de 1914 a raíz de las elecciones generales. Al parecer, el problema procedía del hecho de que en esta localidad malagueña la población se cansó de que se siguieran falseando los resultados electorales. Todo derivó en un grave enfrentamiento con tres guardias civiles heridos, una cincuentena de detenidos y la muerte por decapitación de un guardia civil. Los socialistas responsabilizaron al caciquismo de esta situación. Pero, además, habían trabajado para que no se aplicase la pena de muerte a los juzgados.
  8. Acción parlamentaria y municipal. El resumen quería dejar claro que no se había podido trabajar mucho en las Cortes porque poco fue el tiempo en el que estuvieron abiertas, aunque Pablo Iglesias se significó en hacer responsable al propio sistema de la situación del ejército y de la administración del país. También el resumen explicaba el trabajo de los ediles socialistas para que se administrase debidamente los Ayuntamientos.
  9. Los socialistas habían luchado electoralmente en las elecciones a diputados provinciales en marzo, y en las municipales de noviembre. No se tenían datos totales aún de las últimas.
  10. Tarea fundamental para los socialistas. En 1915 hubo numerosos mítines y actos de las Agrupaciones, Juventudes y Grupos femeninos. Se destacaban las excursiones de propaganda de la Federación de Juventudes.
  11. Campaña contra la limitación del derecho de reunión. El Gobierno de Dato impuso algunas limitaciones al derecho de reunión. Los socialistas ya habían denunciado la limitación anterior de no autorizar reuniones sobre la Gran Guerra, pero en el año que había terminado se habían impuesto más limitaciones. El PSOE celebró varias reuniones para denunciar estos hechos.
  12. Como hemos expresado, el PSOE celebró su X Congreso en 1915. No sólo se trató de la Guerra Mundial, sino también sobre la Conjunción Republicano-Socialista, aunque ya en el Congreso de 1912 se hizo el primer análisis de la misma, como sabemos. Tanto en ese Congreso como en el otro se decidió, después de debate, seguir la alianza electoral con los republicanos porque se entendió que eso beneficiaba al Partido Socialista. Se trató, a su vez, sobre el programa mínimo y el agrario, la reforma de la organización y el periódico. En 1915 también celebraron Congreso la Federación de las Juventudes Socialistas. Por otro lado, hubo Congresos de distintas Federaciones Obreras, que versaron sobre sus respectivos oficios, cuestiones de organizaciones internas, pero también sobre la actitud del proletariado organizado en relación con la contienda mundial.
  13. La situación económica obligó al órgano del Partido, El Socialista, a reducir su tamaño. En ese momento en España, además del órgano central había los siguientes periódicos: La Justicia Social (Federación Catalana), La Aurora Social (Federación asturiana), El Obrero Balear (Federación balear), La Verdad (Azuaga; por cierto, se refiere a la La Verdad Social, que terminó editándose en Badajoz), Avante! (Agrupación de Tolosa), Solidaridad (Agrupación de Vigo), ¡Adelante! (Agrupación de Valladolid), El Trabajo (Agrupación de Elche), El Obrero (Agrupación de El Ferrol), Renovación (Federación de Juventudes Socialistas), también estaba Acción Socialista. Lamentablemente había desaparecido una publicación muy importante, La Lucha de Clases de Bilbao.
  14. Los socialistas contaban con cooperativas en distintas localidades. La principal se encontraba en Madrid. El problema que padecían tenía que ver con los problemas económicos del momento, y como no se guiaban por el afán de lucro no podían prosperar lo que se esperaba de ellas.
  15. Necrológicas. En el resumen se quería destacar la figura de Tomás Meabe, el creador de las Juventudes Socialistas, fallecido en plena juventud.

Hemos consultado el número 2413 de El Socialista, de 1 de enero de 1916.