Tanto si se va a consumir en el momento como si se hace días después, cuando llega el momento de comerse el cochinillo, hay que hacer algunas operaciones, para que la pieza esté como recién hecha. A eso se le denomina regenerar la pieza.
Así hacen muchos restaurantes, para poder servirnos un asado en 20 minutos desde que solicitamos la comanda. (En esta enlace, podéis recordar cuando os conté como se hacía en el Restaurante Café de Oriente, con una paletilla de cordero asado) En mi caso, hice las tres piezas comenzando un martes, estaban terminadas el miércoles, y las guardé en la nevera durante tres días, consumiéndolas el sábado, que era el que podíamos disfrutarlas sin prisas ni problemas de horarios de trabajo, universidad, etc. Por supuesto, antes de meterlas en la nevera, bajé la temperatura mediante inmersión en agua con hielo hasta que el interior estaba a bien frío.