El fin de semana pasado estuve con mi pareja de paseo por la ciudad de Edimburgo. Descubrí una ciudad preciosa, llena de historias obscuras. Capital de Escocia desde 1437 y la segunda ciudad más importante de este país. Ubicada a las orillas del fiordo del río Forth, Edimburgo fue uno de los centros más importantes de educación y cultura durante la Era de Ilustración, esto se puede observar en sus monumentos. La ciudad está dividida en dos partes: el distrito de The Old Town (ciudad antigua) y The New Town (ciudad nueva) ambos declarados por la Unesco Patrimonio de la Humanidad.
Se cuentan muchas historias sobre esta ciudad de intrigas, fantasmas, pasadizos y muertos. Se organizan visitas guiadas a cementerios para contar historias de almas perdidas. Todo esto se produce porque en el siglo XVII, fue una de las ciudades más densamente pobladas de Europa. Había tanta cantidad de gente que tenían que construir edificios verticales, pero estos eran de muy mala calidad y precarios. Por falta de higiene y superpoblación se originaron infecciones y plagas. Por el 1600 la peste ya se extendía por toda la ciudad, así que las autoridades decidieron amurallar los barrios más afectados (Mary King's Close). Dejaron que la gente se muriera en esa zona y a los meses siguientes derribaron el muro y recogieron los muertos y limpiaron el distrito. Reconstruyeron las casas y poco a poco la gente volvió a habitarlas. Pero parece que los vecinos comenzaron a tener visiones de animales fantasmagóricos y de ancianos barbudos pululando por el aire. En 1750 volvieron a demoler las plantas superiores y de esta forma enterraron las viejas casas y edificaron con casas municipales, dejando callejuelas escondidas en los subsuelos.
Después de contar esta trágica historia, hay que decir que la lluvia y las nubes le dan un encanto especial. Y otra cosa más que me sorprendió en Edimburgo es que, los vegetarianos podemos comer en cualquier lugar porque tenemos para elegir dos platos como mínimo en el menú de los restaurantes. Aquí van algunos de las comidas que pude desgustar:
Full breakfeast (Desayuno escocés vegetariano)
Curry de calabaza con arroz basmati (Comida hindú)
Lunch-Greek Salad (Almuerzo griego)
Carrot cake (Tarta de zanahoria)
Y para terminar este delicioso post les voy a contar el último descubrimiento del último día de nuestro viaje: cuando nos sirvieron café lo acompañaron con agua aderezada de pepino y fresa.
¿Qué más les puedo contar de esta bella ciudad? Que vayan a conocerla y que tengan mucho cuidado con los fantasmas.