Investigadores de Mount Sinai han
mostrado, por primera vez, la compleja red de vínculos entre las
características físicas y el uso de sustancias y patrones específicos de la estructura y
función cerebral. El estudio es importante porque
muchas de estas características se pueden dirigir clínicamente para mejorar la
salud del cerebro. Los investigadores encontraron, entre
otras cosas, que la salud del cerebro disminuye a medida que aumenta la edad,
el IMC y el consumo de sustancias. Pero los coeficientes de inteligencia más
altos se asociaron positivamente con múltiples medidas de la salud cerebral en
personas con psicosis. El equipo de investigación, examinó los datos de
pacientes diagnosticados con psicosis. Tomaron escáneres cerebrales de
resonancia magnética de alta resolución para medir el volumen del cerebro, el
grosor cortical, las conexiones entre las regiones cerebrales y la conectividad
de las regiones cerebrales durante las tareas mentales. Luego, el equipo
utilizó un método estadístico llamado correlación canónica escasa para
descubrir las relaciones entre estas características de la integridad cerebral
y las medidas de edad, capacidad cognitiva, IMC, uso de sustancias, actividad
física, trauma psicológico, antecedentes familiares de problemas mentales y
gravedad de los síntomas. Encontraron que una edad más alta, un IMC más alto y
síntomas psicóticos más severos se asociaron negativamente con el grosor
cortical y activación cerebral durante tareas mentales. Por el contrario, un
mayor coeficiente intelectual mostró asociaciones positivas. Además, el uso de
sustancias se asoció negativamente con las medidas del volumen cerebral y el
cableado cerebral Los resultados del estudio se publican hoy en la revista JAMA Psychiatry.