Sí … ¿es lo que vivimos liberación sexual? Ya bastantes se han liberado aunque con esfuerzo. Ha pasado la época de la liberación sexual y los moralistas no nos asustan con el infierno … Sin embargo el puritanismo sigue viviendo de otra manera, y muchos no se permiten gozar plenamente del sexo, a pesar de nuestra cultura …
Queremos que esas experiencias lúdicas las imiten otros … y que gozen y que lo intenten y ya tendrán su premio. Actualmente necesitamos ver, seducir, acariciar, sin temor a ningún castigo, sin sentimientos de culpa. Satisfechos por romper moldes, porque el que aprende a liberarse vive mejor, es más feliz, se reconcilia con su cuerpo sexuado, y es más cariñoso con ellos y ellas. Por tanto es menos violento.
Nos impresiona el déficit de cultura sexual en información teórica y mucho más en las prácticas sexuales gratificantes … Y es que la actividad erótica necesita un aprendizaje, tambien las técnicas se transmiten con la información que se aprende durante la Terapia Sexual, porque lo erótico mal aprendido no produce felicidad sino frustración.
Porque la “educación sexual” recibida en los colegios da una información muy básica. Les hablan de los órganos genitales, de la fecundación, los anticonceptivos, las enfermedades de transmisión sexual y terminan sólo a veces, con las disfunciones sexuales. Ignoran el cuerpo utilizando sólo las zonas genitales, apartándolas de la totalidad corporal y de la parte psíquica de la persona. Tenemos pubis, pechos y pene y queremos resaltar zonas muy eróticas como la nuca, el vientre, el interior de los muslos, además de los brazos, las manos, la espalda y los pies …
Porque el interés del tacto, de la vista y del olfato del cuerpo no pone límites a ninguna zona corporal. Claro podemos sentir toda piel y a la persona entera. Todos somos voyer, miramos para desear, actuamos porque deseamos y para disfrutar, y nos gusta gozar para vivir. Y es que ver es experimentar un placer sin posesión. El cuerpo se ofrece para que lo comtemplemos.
En esos momentos vemos un paisaje bello y completo con zonas húmedas y áridas … observamos valles y colinas redondeadas y otros lugares que al tocarlos exteriorizan tenues sonrisas o escalofríos. Vivimos el placer de acariciar con los ojos el cuerpo amigo. Aprendemos a mirar, que es importante y cuando miramos acariciamos con los ojos. Acariciar es pedir permiso dulcemente, sin exigir compartiendo.
Es cantar a la naturaleza y al hombre que vive integrado en ella. Cantar al cuerpo femenino y masculino, al sexo que comparten él y ella, que son un maravilloso remedio a la soledad.
Foto : el café
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Ana de Calle
Ana de Calle es Sexóloga Clínica y Terapeuta de pareja, con 8 años de formación en Psicoanálisis. Especialista en Orientación y Asesoramiento sexual, Individual y de Pareja. Asesora matrimonial. Dirige el Centro Integral de Salud CERES. Como escritora ha colaborado rn medios de comunicación como ‘El País’ y diversos programas de radio.
Además es autora de un sinfín de colaboraciones en los últimos 29 años de experiencia profesional. Desde hace unos años mantiene también el blog www.elsexoesvida.com, con cientos de posts sobre sexualidad.
Ana de Calle tiene su consulta en Madrid, aunque atiende también por teléfono o Skype. Contacte o pida cita en el teléfono +34 639555994.
Twitter: @AnaDeCalle