Estas son las claves de la nueva reforma de las pensiones

Por Pedirayudas @Pedirayudas

La reforma de las pensiones está pendiente de su tramitación parlamentaria antes de su aprobación definitiva. El proyecto presentado por el Gobierno tras el acuerdo con los sindicatos, establece un nuevo marco de sostenibilidad para el sistema público y complementa las medidas incluidas en la Ley 21/2021 de garantía del poder adquisitivo de las pensiones.

Te contamos todas las medidas clave: Las cuales se articulan en torno a garantizar 3 ejes fundamentales: la equidad, la suficiencia y la sostenibilidad del sistema.

Suficiencia de las pensiones

La reforma garantiza el poder adquisitivo de las pensiones con su vinculación al IPC. Ahora se da un paso más reforzando las pensiones más bajas con las siguientes medidas destacadas

  1. Garantía del poder adquisitivo: La Ley 21/2021 fijó un nuevo marco estable de revalorización de las pensiones. Que ya en 2023 ha permitido revalorizar las pensiones de acuerdo con la inflación media anual registrada en el ejercicio anterior. Se garantiza así el mantenimiento del poder adquisitivo de las pensiones. Algo especialmente relevante en escenarios de inflación elevada como el actual en el que los pensionistas hubieran visto muy mermada su capacidad adquisitiva con la legislación anterior.
  2. Mejora de las pensiones mínimas: inspirada en la evolución del salario mínimo se ha diseñado una senda de convergencia para que estas pensiones (tomando como referencia la pensión mínima con cónyuge a cargo) suban un porcentaje adicional a la revalorización anual ligada al IPC hasta converger con el 60% de la renta mediana de un hogar con dos adultos en 2027.
  3. Subida de las pensiones no contributivas: Se establece un proceso similar para la evolución de estas prestaciones. Que crecerían hasta converger en ese mismo año con el 75% del umbral de la pobreza calculado para un hogar unipersonal.

Equidad del sistema

La propuesta que ahora debatirá el Congreso incluye acciones para corregir el perjuicio de las carreras irregulares sobre las pensiones y corregir otros problemas para hacer más justo y equitativo el sistema.

  1. Reducción de la brecha de género: El complemento de brecha de género de las pensiones tendrá un incremento del 10%. Adicional a la revalorización anual, en el bienio 2024-2025.
  2. Adecuación del periodo de cómputo: Se establece un régimen dual del periodo de cómputo para los próximos 20 años. Por el que se aplicará a los trabajadores que se jubilen la más beneficiosa de estas posibilidades: los 29 últimos años de carrera, descartando los 24 meses (2 años) peores; y el periodo de cómputo actual (25 últimos años). La primera posibilidad se desplegará progresivamente durante 12 años a partir de 2026. Esto beneficiará especialmente a los trabajadores con carreras irregulares.
  3. Cobertura de lagunas de cotización: Se mejora la cobertura de lagunas. Entendiendo por lagunas aquellos meses en lo que no existe obligación de cotizar y que son tenidos en cuenta para calcular las pensiones. Con enfoque especial para mujeres, de forma que se cubrirán hasta cinco años de vacío de cotización con el 100% de la base mínima, frente a los cuatro actuales. El sexto y el séptimo año sin cotizar se cubrirá con un 80% de la base mínima, frente al 50% actual.
  4. Becarios: Se incluye en el sistema de Seguridad Social a los alumnos que realicen prácticas formativas y académicas. Incluidas en programas de formación. Se trata de las prácticas realizadas por alumnos universitarios, Tanto las dirigidas a la obtención de titulaciones oficiales de grado, máster y doctorado, como las dirigidas a la obtención de un título propio de la universidad. Ya sea un máster de formación permanente, un diploma de especialización o un diploma de experto. También se incluyen las realizadas por alumnos de formación profesional, siempre que las mismas no se presten en el régimen de formación profesional intensiva. A las cuotas a la Seguridad Social por contingencias comunes se les aplicará una reducción del 95%.

Sostenibilidad

Se han introducido un conjunto de medidas de refuerzo de la sostenibilidad que aportará ingresos adicionales al sistema en las décadas de 2030 y 2040. Cuando se hará frente al mayor reto demográfico.

  1. Incremento gradual de la base máxima de cotización. Se establece una subida gradual de las bases máximas de cotización entre 2024 y 2050. De acuerdo al IPC más 1,2 puntos porcentuales. Por su parte, las pensiones máximas se revalorizarán con el IPC más un incremento adicional de 0,115 porcentuales acumulativos cada año desde 2025 hasta 2050. Compensando así la mayor carga que supondrá para algunos trabajadores el incremento de la cotización. A partir de 2050 y hasta 2065 habrá incrementos adicionales de la pensión inicial en ese período.
  2. Cuota de solidaridad. Una de las medidas más novedosas es la introducción de una cotización de solidaridad para los salarios más altos, que queden por encima de la base máxima. Esta medida tendrá también un componente distributivo y se desplegará gradualmente, partiendo de cuotas de alrededor del 1% en 2025, hasta alcanzar valores alrededor del 6% en 2045. Esta cuota será aplicable sobre la parte del salario que hasta ahora no cotizaba.
  3. Mecanismo de equidad Intergeneracional. A partir de 2024, crecerá una décima cada año hasta alcanzar 1,2 puntos porcentuales en 2029, desde el 0,6 actual. Este mecanismo sustituye al Factor de Sostenibilidad que estableció la reforma de 2013 y que suponía un importante recorte de la pensión inicial. Especialmente de los más jóvenes. Esta medida tiene por objeto nutrir el Fondo de Reserva de las pensiones.
  4. Mecanismos de ajuste. La reforma prevé además un mecanismo semiautomático que garantiza la sostenibilidad del sistema: A partir de los datos de los Informes trianuales de envejecimiento de la Comisión Europea. Con la participación de los agentes sociales y las Cortes, y que dota de nuevos ingresos al sistema en caso de que no haya consenso sobre las medidas a adoptar.
  5. Medidas dirigidas a acercar voluntariamente la edad efectiva a la edad ordinaria de jubilación. La reforma que entró en vigor en 2022 fijaba cuatro vías de actuación en este sentido: la revisión de la jubilación anticipada tanto voluntaria como involuntaria y por razón de la actividad, la jubilación demorada, la jubilación activa y la jubilación forzosa.

Esta reforma parte de las recomendaciones del Pacto de Toledo de 2020 y está enmarcado en el Componente 30 del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia y culmina la modernización del sistema público de pensiones.