Desde el año 2025, los trabajadores por cuenta propia en territorio español experimentarían un alto porcentaje de cambios en la materia de sus respectivas cotizaciones a la Seguridad Social. El nuevo sistema plantea cambios en las bases mínimas y máximas que se aplicarán dependiendo de los rendimientos netos de los trabajadores por cuenta propia. Esto se verá reflejado en los distintos tramos de ingresos, con subidas en las cuotas mínimas y máximas en diversos casos. En este sentido, a continuación se enuncian las principales particularidades.
Nuevos tramos de cotización para 2025
La metodología del sistema de cotización para autónomos seguirá siendo la misma que en años precedentes, ya que dicho sistema queda dividido en 15 tramos de ingresos que se mantendrán igual. No obstante, para el año 2025 se prevé un incremento de la bases de cotización por la mayoría de ellos especialmente a partir del cuarto, por lo que será indispensable que los autónomos tengan en cuenta estos nuevos valores a la hora de planificar el pago a la Seguridad Social. Esto significa que, para cada tramo de ingresos habrá un conjunto asociado de bases mínima y máxima que determinarán, a medio y largo plazo, la cuota mensual a pagar.
Cambios importantes en las bases mínimas
Los ingresos más bajos sufren cambios, aunque sutiles, pero importantes. Las personas que desarrollan una actividad económica como autónomos y que obtengan unos rendimientos netos por debajo de los 670 euros, contarán con una base mínima de cotización de 653,59 euros y, por tanto, con una cuota mínima de 200 euros al mes. La base máxima estará algo más elevada, en 718,94 euros, pero implicará una cuota máxima que no excederá los 220 euros en este tramo.
Este tipo de subidas, moderadas, pero nada desdeñables, podrían evolucionar en un esfuerzo extra para los trabajadores de rentas más bajas, dado que contabilizan un incremento de su aportación a la Seguridad Social. Una vez se avanza en los tramos, el impacto va en aumento.
Aumento notable en los tramos medios y altos
Para los autónomos que perciban rendimientos que se sitúen entre 670 y 1.300 euros, el crecimiento de las bases mínimas y máximas será bastante más patente. Como ejemplo, en el intervalo de ingresos del umbral de 1.166,7 euros de ingresos hasta 1.300 euros, la base mínima se alzará a 950,98 euros, haciendo que la cuota mínima al mes sea de 291 euros de cuota a pagar. La base máxima pasará, en este caso, a 1.300 euros, razón por la que la cuota máxima será de hasta 398 euros al mes.
En los umbrales más altos, nos encontramos con que autónomos con ingresos de entre 2.330 euros y 2.760 euros tendrán su base mínima que se colocará en la cifra de 1.356,21 euros, indicando que su cuota será de mínimo de 415 euros al mes. La base máxima se sitúa, por lo que su cuota será de hasta 845 euros.
Cuotas máximas para los ingresos más elevados
En el caso de aquellos autónomos cuyos rendimientos continúen siendo superiores a los 6.000 euros, la base mínima de cotización para el ejercicio 2025 se fijará en la cuantía de 1.928,10 euros, la cual dará lugar, transcurridos los límites para determinar la cuota, a una cuota mínima de 590 euros. Aunque la base máxima de cotización permanecerá inalterada en relación con la anterior, 4.139,4 euros, la cuota máxima se mantiene en los 1.267 euros que se fijaban el ejercicio previo.
Se pone de esta forma de manifiesto que el sistema hace un esfuerzo por adecuar la forma de las cuotas a los ingresos de los autónomos, lo que propicia una contribución fiscal más acorde con la misma.
Impacto en el bolsillo de los autónomos
Las oscilaciones a las cotizaciones de la Seguridad Social no son ajenas a los repuntes de los últimos años. En 2023 y 2024 se llevaron a cabo ajustes en las tablas de cotización y parece que esta tendencia se mantendrá en 2025. Los autónomos tendrán que estar muy pendientes de los nuevos importes y adaptar sus presupuestos a consecuencia de las cuotas mensuales, lo que supone para algunos una notable subida.
El sistema de cotización de los autónomos para 2025 mantiene la senda de subidas progresivas en las bases mínima y máxima y, al mismo tiempo, debería servir también para ajustar las aportaciones a la Seguridad Social por las rentas netas. En caso de ser así supondrá el esfuerzo esperado para algunos trabajadores por cuenta propia.