Casi la mitad de los muertos en accidentes de tráfico en la ciudad de Madrid son peatones atropellados. Sin duda, esta es una cifra preocupante que se repite en ciudades de países de todo el mundo. Hoy viajamos hasta China, donde han decidido reducir este problema de una forma bastante curiosa: con bolardos que expulsan agua a los viandantes que deciden cruzar la calle con el semáforo en rojo.
Sí, basta con traspasar la línea marcada cuando no es el turno de los peatones para que este dispositivo te deje los pantalones chorreando. Una medida que puede parecer un poco drástica pero que también es una forma de educar a los habitantes de la ciudad para evitar más accidentes en las carreteras. Además, este sistema de seguridad vial cuenta también con leds que se iluminan en color verde y rojo para que los peatones vean más claramente cuándo es su turno.
Sin duda, una buena forma de aplicar la creatividad y la tecnología para solucionar un problema importante en las ciudades. La única pega que le veo es el coste que podría tener instalarlo en todos los pasos de cebra de la ciudad...