A diferencia de otros países, en España no está nada arraigada la tradición anglosajona de que la novia tenga una o más damas de honor. Sin embargo, parece que últimamente su presencia en las bodas más destacadas se está empezando a convertir en algo casi imprescindible, proporcionando un toque diferenciador a la vez que elegante.
Nuestro post de hoy está dedicado a ellas, a las damas de honor, tanto en lo relativo a la elección de su estilismo como a su labor protocolaria durante la celebración de la boda.
En principio podemos decir que no existe una norma estricta que determine el número de damas de honor que debe tener una novia, aunque el protocolo anglosajón recomienda que haya una por cada cincuenta invitados. Pese a ello, lo habitual es que sea la novia la que decida quien quiere que sea su dama de honor y cuantas desea que la acompañen el día de su boda.
En el caso de que sean varias las elegidas, como suele ser lo habitual, siempre habrá una de ellas que será la que se encargará de organizar determinados preparativos de la boda, por ejemplo, la despedida de soltera, ayudar a la novia en la elección de los vestidos que llevarán todas las damas de honor, recogerlos, recoger el ramo de novia (en el caso que no sea tarea del padrino). Antes de la ceremonia y durante la ceremonia, la damas de honor o una de ellas, esperaran a la novia a su llegada a la iglesia y se encargarán en todo momento de arreglar el velo y de la cola de su vestido, para asegurarse de que siempre esté perfecto. Durante la ceremonia y hasta la finalización de la misma una de ellas puede ser también la que se encargue de sostener el ramo. Pueden igualmente, si se desea, encargarse de los anillos, de las arras o incluso de leer alguna lectura.
A la hora de elegir el estilismo que lucirán las damas de honor, la novia será siempre quien tendrá la última palabra. El estilo del vestido deberá en todo caso estar acorde con el gusto de la novia y el tipo de boda y entorno en donde se llevará a cabo la celebración. A la hora de escoger el color del vestido, se aconseja sea el mismo para todas ellas. Ahora bien no se debe olvidar tener en cuenta, como mínimo, la temperatura o calidez de cada una de las chicas que van a ser las damas de honor, con el fin de acertar con el color más adecuado y favorecedor para todas ellas, pudiendo variar ligeramente en cuanto a su tonalidad en función de luminosidad.
El vestido de las damas de honor por lo general será largo, incluso si se trata de una boda de mañana. Aunque en este caso, no hay nada que impida que pueda ser corto, si se desea.
Un aspecto muy importante a tener en cuenta es el escote del vestido. No a todas las damas de honor les va a quedar bien el mismo tipo de escote. Por tanto, dentro de un mismo estilo cada una puede lucir aquel escote que mejor se adapte a su silueta. La mejor manera de acertar con el vestido perfecto, es elegir modelos de líneas sencillas pero elegantes.
En cuanto a los zapatos, se recomienda que todos sean del mismo estilo o muy parecido y sobre todo que sean del mismo color. El tipo de tacón podrá variar según las preferencias de cada dama de honor.
En el caso de que se haya decidido que lleven un tocado, deberán ser también del mismo estilo, aunque lógicamente adaptados al rostro de cada chica.
Los accesorios y complementos también deberán ser parecidos a la vez que discretos.
En cuanto al peinado de las damas de honor, se aconseja que sea del mismo estilo aunque no necesariamente igual, es decir, se puede decidir que todas lleven el pelo recogido o suelto, pero peinado de distinta forma.
¿Quieres dar un toque de distinción y originalidad a tu boda? ¡Elige a tus damas de honor para que te acompañen en el día más importante de tu vida!
By Emma Bolt, Tu Asesora de Imagen.
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