Esto no es un libro

Por Masqueudos

Ayer entré en Letras Corsarias, una de mis librerías favoritas,  con la intención de recoger unos libros que había encargado, y me fui con algo que no era un libro. Ni mucho menos.

Es una puerta, está claro, y me atrevería a decir que es la puerta abierta a la imaginación más divertida y sutil que he podido curiosear en los últimos tiempos. Al principio me llamó la atención el nombre del autor, Jean Jullien, y enseguida caí en la cuenta, ¡de que había hablado de él aquí hace unos días! Me conquistó la sencillez de sus ilustraciones y el gran fondo que esconden, traten el tema que traten. Todos los argumentos que aborda nos rodean y preocupan en la actualidad pero desde su punto de vista además nos invitan a pensar. El artista es famoso por burlarse de nuestras obsesiones, que nos separan de la vida real, dejándonos solitarios. O que disfrutamos en solitario cuando en realidad vivimos rodeados de gente.

Entonces la casualidad hace que vuelva a encontrarme con él a través de un libro para niños, que no es un libro ni es para niños. En él, Jean Jullien, anima a todos los públicos a mirar a los objetos que tienen entre las manos y pensar en ellos de forma creativa. Por ejemplo, uno al principio puede pensar que esto es un libro, pero pronto descubrirá que también puede ser una caja de herramientas, una tienda de campaña, un ordenador portátil o, como ya dije antes, una puerta.

Es un alegato a la creatividad sin necesidad de añadirle palabras. Con propuestas más reconocibles y otras más gamberras, cualquier lector descubrirá encantado que, si fuera un libro, también sería un juego, o al menos un completo abanico de posibilidades para cantar, contar, mirar y disfrutar en cualquier momento.

Este libro, si fuera un libro, habría sido publicado por Phaidon en el año 2016. Pero esto no es un libro así que tendréis que seguir buscando, lectores :-))