Estrategias de escritura: ¡Escribe tutoriales!

Por Paula Lesina


Estrategias de escritura para tutoriales.


El estilo en la escritura es una huella de identidad. Es tan -o más- personal que nuestro tono de voz. Si sos lectora, identificarás con facilidad la prosa de tus escritores preferidos. Dos párrafos de lectura son suficiente para que intuyas frente a quién te encuentras. En el caso de que la lectura no sea una de tus aficiones, no tendrás reparo en reconocer que las personas de tu entorno utilizan determinadas palabras y no otras, se inclinan por ciertas expresiones o frases hechas e incluso la forma en la que abrevian palabras en un mensaje de texto es particular. ¿Verdad? Neutralizar la escritura es un ejercicio de conciencia. De la misma forma que lo es encontrar las peculiaridades que hacen única tu forma de escribir. Mentiría si dijera que tengo una receta infalible para crear entradas virales. Tal promesa no puede ser sincera. Cuando decídí comenzar con este tema en el blog sabía que no era una tarea sencilla. Ni amable con los lectores. El riesgo del tono magistral y la reiteración abusiva está siempre presente y en última instancia, enseñar estrategias de escritura para quienes escriben un blog, puede ser una tarea que oscila entre la obviedad y la autocomplacencia.  Escribir con gracia es un don pero el estilo se pule cuando quien escribe tiene la voluntad de encontrar su propio registro.  

No olvides el contenido.


En la práctica de la escritura, post a post, vas buscando tu zona de comodidad. Dicho de otra forma: a medida que escribís entradas definís la manera de comunicarte con quien lee. Ya sea para ofrecer información objetiva o emociones es primordial que vivas la experiencia de escribir con naturalidad. Hay quienes escriben profusa y espontáneamente. Hay quienes tienen pocas palabras para compartir. La extensión no es un compromiso. Escribir mucho no garantiza comunicarse mejor. Sin embargo, todos los que escribimos un blog tenemos que tener presente que el contenido tiene cada vez más importancia para Google. Por este motivo, aunque tengas un blog "de las tres D" -diseño, decoración, DIY- pensar en estrategias básicas de escritura para tus tutoriales puede hacer la diferencia entre sostener la regularidad de las publicaciones o abandonarlas en el intento, frustrada por no encontrar ni la forma de escribir, ni los resultados que secretamente esperabas.

Tres estilos diferentes de escritura.


Hacer, fotografiar y escribir es el ciclo de los DIY. Demanda tiempo, esfuerzo y grandes dosis de tolerancia al error y la frustración, supongo. No hay forma de intentarlo sin dedicarle horas, incluso días de preparación y edición. En consecuencia, si le dedicás tanto tiempo de tu vida personal y/o familiar, tu blog y tus tutoriales son importantes para vos. Entonces, ¿por qué dejar librado al azar el texto que los acompaña? Y más aún, ¿por qué no hacerlos únicos? Por qué no hacer de tus DIY una seña de identidad. Para eso, podés usar alguna de las tres estrategias que te ofrezco a continuación:

A- Paso a paso.


El "paso a paso" es la forma más extendida en la escritura de tutoriales DIY. Implica un desarrollo lógico-causal basado en la secuencia racional de acciones a seguir para conseguir un determinado resultado. A ver: si quiero hacer un centro de mesa DIY  necesito detallar los materiales necesarios, explicar la forma de armarlo e ilustrar el resultado final. En este sentido, lo natural sería que hiciera una lista de materias primas y a continuación me extendiera en una serie de ítems (diferenciados en el espacio de la pantalla con guiones, por ejemplo) que expongan cada paso a a seguir para llegar a una conclusión del trabajo que realizaste. Una propuesta ejecutiva, simple y práctica. Si disponés de buenas imágenes para darle vida a tu discurso, no hay margen para el error. Quienes buscan tutoriales  DIY valoran especialmente la claridad y calidad de las imágenes. Por lo tanto, en este caso se aplica el tan mentado refrán sobre el valor de la imagen en relación a las palabras. Sin embargo, mirado desde la búsqueda del estilo personal, el "paso a paso" es un texto neutro y sin señales de identidad.

B- Storytelling.


Contar historias está en auge. Los docentes lo aplicamos desde el inicio de los tiempos pero en los últimos años, el relato se extendió a todas las expresiones textuales, sean orales o escritas. Antes limitadas al espacio de la expresión personal, las historias llegaron a los espacios corporativos,  Y llegaron para quedarse. Porque si algo vislumbro como una certeza es que cada vez son más los clientes que compran experiencias, no productos. Las personas compramos tentadas por las emociones no por las certezas racionales. Lo sé como consumidora y lo sé como emprendedora, perfil que revelé -no sin reparos de conciencia- en mi post sobre emprender DIY.  Narrar, ficcionalizar, crear relatos...sea cual sea la formulación que quieran darle, vas a leer en cientos de post dedicados al marketing de contenidos la importancia del storytelling. Digamos que si vas a escribir un tutorial, podés descubrir el valor emocional que tiene para vos, revelar cómo se vincula este DIY con tu pasado, con tu historia personal. Contame una historia, decime algo de vos. Haceme sentir parte de la experiencia y tenés un lector.
  

C-Hibridación


La hibridación es la forma compleja de la escritura en un blog "de las tres D" porque supone enhebrar el paso a paso clásico del tutorial DIY en el relato realizando asociaciones inesperadas. Hibridar, confundir temas y tópicos con vínculos quizás un poco extraños entre elementos aparentemente dispares. Sin tratarse de un tutorial, utilicé este técnica para contarte lo que el arte enseña de economía familiar al unir en una síntesis ideas opuestas por sus condiciones esenciales y ni que hablar que la mayoría de mis tutoriales DIY son híbridos, como lo declaré cuando creé mi fanal hecho a mano. 


Cada una de las estrategias de escritura anteriores tiene sus características propias. Encontrar aquella forma con la que te sientas más cómoda y experimentar -escribiendo, no existe otra manera- es parte de la búsqueda de darle a tu blog un tono propio más allá del diseño que lo identifica visualmente. La segunda parte del post de hoy, la dedico a un panorama básico de los  "Paso a paso" para dedicarle otra entrada a las dos estrategias que requieren el desarrollo de la singularidad.

Paso a paso


Mencioné anteriormente que un tutorial "paso a paso" es una secuencia lógico-causal. Desde una perspectiva racional, el primer tipo de organización a la que recurrimos para darle sentido a la información suele ser considerando una serie ordenada en función a la línea temporal. Dicho del modo desmesurado: te cuento primero lo que hay que hacer primero. En este sentido, la estructura de tu entrada tendría tres momentos:
- Descripción de materiales.
- Procedimiento.
- Conclusión.

La descripción de materiales puede elaborarse como lista escrita o como imagen, tal como es el uso actual entre quienes realizan tutoriales DIY.  Hace algunos días leí una receta muy simpática en la cual uno de los ingedientes era "carne de vacas felices" con lo cual, estaba frente a una forma creativa y atrevida de presentar una receta por lo demás, muy cotidiana. Aunque la cocina no es una de mis áreas de interés, el solo hecho de leer un texto diferente me motivó a comentar. Si estás pensando en elaborar los materiales como imagen en la segunda parte de esta guía refiero dos herramientas gráficas de utilidad.
En lo que respecta al procedimiento de tu tutorial DIY también puede elaborarse como lista de pasos escrita o como collage de imágenes. En todo caso, la secuencia de fotos es necesaria cuando la materia cambia de forma, tamaño, textura o color. Tu lector espera ver los cambios. Yo, al menos, necesito una comprobación gráfica de lo que puedo esperar cuando mezclo materiales diferentes. Especialmente si son materiales que habitualmente no utilizo. Requiero que me expliquen cómo hacerlo pero también espero leer cuáles pueden ser la dificultades que surgen durante el procedimiento. En este sentido, al escribir un tutorial hay que situarse en el grado cero del conocimiento. Desde este lugar, nada es tan obvio. Para alguien que nunca hizo crochet, ningún movimiento de la aguja es obvio. De hecho, en función del ejemplo anterior, si querés hacer un tutorial de tejido, lo mejor es utilizar un video (que podés enriquecer con una transcripción textual de tus explicaciones).
La conclusión sitúa al producto elaborado en su contexto. Contale a tus lectores cómo, dónde, cuándo puede usarse lo que hiciste. Toma fotografías gráficas de los distintos usos o situaciones en las que tu trabajo tiene relevancia. Decime para qué me sirve, con qué se come, por qué debería hacerlo. Esmerate con las fotos considerándolas en tanto "ambientaciones" (espacios pensados estéticamente de acuerdo a las leyes básicas del diseño)

Decálogo del perfecto tutorial  "Paso a paso" 


1- Informá sobre los materiales: dónde pueden comprarse (o dónde conviene comprarlos), por qué es necesario ése insumo y no otro, por qué puedo sustituir tal o cual material en caso de que no lo encuentre o sea sumamente difícil de conseguir. Quizás porque es muy costoso... 
2- Especializate en versiones "low cost" de tutoriales DIY sofisticados... ¡Ofrecé opciones! Y no te olvides de contar cuál es la diferencia apreciable al realizar las sustituciones que reducen los costos. Que sea el lector quien decida qué versión realiza.
3- Apelá a los recursos gráficos: a las fotos, las infografías, las caricaturas. O en su defecto, pensando en un público internacional, no descartes la posibilidad de una traducción. Tomá en cuenta a tu lector lector ideal sin perder de vista que la distancia entre los registros regionales del español puede ser tan abismal como si te leyera un chino mandarín (ok. Es una exageración. Pero ¿se entiende?) 
4- Fotografiá los cambios de estado: contame cuáles son los cambios que puedo esperar y cuáles indicarían que el proceso está fallando. No te olvides de registar por escrito cómo se ve independientemente de la imagen. Pensá que los monitores son todos diferentes y un cambio de tonalidad puede preceder al desastre...
5- Describí la norma utilizando comparaciones y apelando a imágenes sensoriales. Si yo quisiera explicarle a mi mejor amiga (que cocina con una eficiencia que me da miedo pero es una pera haciendo manualidades) cuál es la textura que debe tener la mezcla de yeso para conseguir el mejor resultado en la elaboración de un molde, utilizaría una comparación. Le diría que la mezcla "se parece a la de los panqueques". O "tiene la consistencia de la mezcla para rebosar" Comparar a través de los sentidos (lo que puedo ver, oler, tocar, gustar) es la forma universal de compartir experiencias.
6- Recordá que para quien está aprendiendo nada es obvio.
7- La experiencia del error es invaluable: si ya te equivocaste, decime qué tengo que evitar para no cometer la misma equivocación. No tengas miedo de mostrar el error. La experiencia no hace más que confirmar que tu intención es ayudar al lector, orientar sin pretender que tu trabajo siempre está del costado Pinterest de la vida.
8- Usá oraciones cortas, Iniciá con mayúscula (por favor te lo pido...) y terminá en punto. Si necesitás un "punto y aparte" es una buena excusa para utilizar una imagen.
9- Si utilizás signos de exclamación o de interrogación, no olvidés que en español es tan importante el signo de apertura como el de cierre. 
10- Lo verbos en los tutoriales se usan en presente del modo indicativo. Independientemente de que te dirijas a la segunda persona del singular (informal) o del plural (formal), tenés que contar las acciones como si estuvieran ocurriendo en tiempo real. Implicando al lector, haciéndolo partícipe del proceso de elaboración.
Y si cuando terminaste de leer mi decálogo interminable sobre las estrategias de escritura para tutoriales DIY todavía te queda algo de energía, escribime un comentario contándome qué te pareció esta entrada. ¿Con qué punto estás de acuerdo? ¿Qué cambiarías? ¿Qué te parece realmente poco práctico? Cualquier opinión nos enriquece para que el próximo post de la serie no solo sea más completo, sino más acorde a tus expectativas.