Estrategias de escritura para tus post.

Por Paula Lesina

Contar una historia. Leer un cuento. Escribir un relato…Para aquellos que nos sentimos parte de la cultura letrada (muy del siglo XX: la cultura del libro como objeto) contar y leer forman parte de nuestra naturaleza.  De forma intuitiva construimos oralmente mundos imaginarios para alentar a nuestros hijos a dormir o nos dormimos nosotros mismos con un libro entre las manos.  Escribir, sin embargo…es una actividad diferente. Escribir nos desafía aún antes de garabatear -o teclear- la primera palabra. Edificar un texto escrito nos pone en juego. En la construcción narrativa se confunde quienes somos con quienes creemos ser, lo que vivimos y lo que anhelamos vivir. La escritura es sello personal. De lo contrario estamos frente a una lista de supermercado. Es este desafío a la conciencia el que paraliza al escribidor. Sí, leíste bien.  Somos escribidores. Ejecutores del arte de la escritura desde una plataforma virtual. El medio, potencia el desafío. Y no sé vos pero yo, no me resisto a un buen desafío.
Retomo y sintetizo.
En el caso de que seas asidua de este espacio, tenés la posibilidad de no seguir leyendo este parágrafo. Dado el caso, como en aquellos libros de aventuras que leías en la infancia, podés pasar al parágrafo siguiente. Si este es tu primer post de la serie, te cuento que en el anterior hice referencia a tres conceptos básicos de maquetación. Considero esencial para quien escribe un blog, tener nociones primarias de cómo organizar el espacio de la página. No refiero con esto a la modificación de la estructura hipertextual en una entrada o a las estrategias que favorecen el posicionamiento de un artículo. No tengo el conocimiento que se requiere para tales acciones. Mi interés fue plantear pautas para una distribución visualmente agradable del contenido. Desde el inicio afirmé que quien escribe espera ser leído, en consecuencia, escribir supone considerar tanto el aspecto estético como ético de un blog. Como escribidor no solo tengo que reflexionar sobre mi contenido sino en cómo éste se ve para un lector digital.  En este sentido primario, la redacción de un post está determinada por:
- La forma particular del blog: el tamaño de la columna central, la existencia de columnas laterales o sidebars,los paratextos que rodean a la entrada: título, fecha, subtítulos, etc.-  La fuente seleccionada para el cuerpo de la entrada: el trazado de la letra puede favorecer o no la lectura.- La estructura interna de mi contenido: cada una de las unidades menores en las que organizo el contenido de un post puede favorecer o entorpecer la lectura.Sobre los elementos anteriores sostengo mi opinión: menos es más. La simplicidad favorece la legibilidad (la visualización para quienes “escanean” el contenido). La legibilidad atrae lectores a tu blog. Estas decisiones sobre la estética del blog son previas a la escritura. Al menos en términos generales, lo más probable es que antes de escribir tu primer post hayas elegido la plantilla y los colores de tu página. En un libro este proceso es irreversible. Impreso el libro, no tenemos la opción de intervenir en su aspecto más que subrayándolo (sí estimadísima, soy de las que escriben los libros) Tanto en blogger como en wordpress, el usuario puede cambiar su plantilla sin restricciones. Un escribidor puede encontrar la identidad visual de su blog experimentando. Ya sea en una odisea autodidacta de aprendizaje o dejándose guiar por la ayuda de un profesional. Existen numerosas páginas que ofrecen generosamente tutoriales para personalizar nuestro blog y personalmente, he podido aplicar muchos de los consejos que brindan. Si yo pude, cualquier otro ser humano puede. En definitiva, la programación es una forma de lenguaje. Luego de esta decisión primaria, llegan las decisiones éticas.

Yo redacto, tú redactas, nosotros redactamos.


Uno de los binomios clave del estudio literario es el de forma-contenido. Sí. Me viste la hilacha. Tanto interés en la estructura visual -aún afirmando tercamente que "el contenido domina"- deviene de una deformación profesional.  La forma (la estética, la maquetación, la estructura) y el contenido (los temas) no pueden escindirse sin resentimientos. O dicho de otra manera: una forma adecuada al tema favorece la lectura. Ya sabés. Si insisto tanto es porque para mí tiene especial relevancia. Y porque soy docente y los docentes repetimos casi sin proponernos ser reiterativos. También ejemplificamos. Por eso, te propongo pensar en el siguiente escenario: necesitás elaborar una lista de compras para el supermercado. Lo más natural es que escribas una columna de sustantivos, uno debajo del otro:Ahora, por algún motivo misterioso, me pedís que vaya al supermercado y me entregás un papel con los sustantivos uno junto a otro. De pronto, se me dificulta un tanto la tarea. Cuanto más artículos tenga la lista, más difícil me resulta distinguirlos.
Obviamente, voy a poder hacer las compras. Ahora, el esfuerzo de visualización es mayor. El mismo principio es aplicable a la lectura digital. Lo curioso, es que este discernimiento se produce más allá de la simple percepción y subordina la redacción y la lectura de un blog a dos factores clave que voy a titular como "claridad estructural" y "sello personal".

Claridad estructural.


Este aspecto es por demás espinoso porque… ¿qué es la claridad en la estructura de un blog? Como todo atributo de percepción tiende a ser subjetivo. Como mi interés es ofrecerte estrategias de escritura para tu blog, voy a intentar ser lo más objetiva posible. En un proyecto escrito, la claridad responde a la elección de los temas, el establecimiento de sub-temas y la secuenciación de estos últimos. Explico con un poco más de detalle:

1- Elección del tema: en un blog personal, lo más habitual es que el tema preceda a la plataforma y que sea la necesidad de compartir este interés la que propicia la apertura del mismo. Si partimos desde cero para pensar el tema de un post, la lluvia de ideas puede ser de gran ayuda. A su debido momento, ampliaré este asunto. Por el momento, quiero subrayar -para quienes recién comienzan a escribir y aún están buscando definir su constelación temática- que si bien es verdad que hay temas que son tendencia en internet, no deberían desvelarte. Personalmente creo que lo que debe definir el tema de un post es tu capacidad para desarrollarlo y que tenga relación con tu experiencia vital. Sujetarse a los tópicos de Adwords puede ser una forma de obtener tráfico, no de obtener lectores.
2- Establecimiento de sub-temas. No siempre seleccionar y reducir los temas de tu blog es  sencillo pero el esfuerzo de establecer sub-temas favorece a la estructura general. Estos sub-temas son denominados “etiquetas” o “categorías”  y no será una novedad que mi consejo sea simplificarlas al máximo. En la redacción de un post recomiendo partir de la división clásica en tres momentos. Pensar en una introducción, un desarrollo y un final, suele ser la forma más simple de organizar el contenido de una entrada. Escribir una introducción apelando al enganche emocional o la controversia, garantiza el pacto de lectura. Es una técnica que parte de una idea básica: si conmuevo al lector -porque lo emociono o lo desconcierto- es más probable que continúe leyendo mi desarrollo y llegue al desenlace.

3- Presentación secuencial. De la misma forma que simplificar categorías  promueve la claridad en la estructura del blog, organizar secuencialmente los sub-temas favorece la consolidación de un vínculo con el lector. Una de las formas de organización secuencial es a través de un calendario: estableciendo una rutina de publicaciones. Si me permiten el ejemplo autorreferencial, desde diciembre del año pasado decidí organizar La Desmesurada. Me propuse que los lunes fueran días dedicados a la maternidad y la familia, los miércoles a las estrategias de escritura y los viernes el objeto sería el vivir frugal y los DIY.  Si reparan en mis etiquetas, verán que cada día se corresponde con una: “De madres y sus cosas”, “De la escritura y sus cosas” y “Vivir frugal” y Quiero hacerlo yo”, respectivamente. De esta forma, el lector habitual puede anticiparse a las publicaciones. Y, lo más importante, tiene la posibilidad de elegir de acuerdo a sus intereses cuándo y cómo quiere leer. Dicho esto, no quisiera concluir el tema sin decir que ser impredecible también tiene su encanto.
La anterior es una tríada groserísima. Abierta a tantas excepciones como se te ocurran a partir de este momento. Pero estamos trabajando sobre las bases de la escritura de un blog. Ya tendremos tiempo si te interesa, de ampliar cada tema en el futuro.

Sello personal.


El sello personal  no es otra cosa que la forma particular de nuestra expresión escrita. Si la claridad estructural era subjetiva, hablar de adecuación en la expresión escrita es más subjetivo aún. Sería casi irrespetuoso ser preceptivo en este terreno. Las sugerencias a continuación,  responden a una visión estandarizada de la escritura, por lo tanto, espero que las tomes como tales, como sugerencias que no contemplan la singularidad. Advirtiendo lo anterior, subrayo cinco aspectos de estilo que considero deben tomarse en cuenta en un blog:
1- El uso de los pronombres. En un blog personal escribo desde la primera persona del singular. O sea, el autor es un “yo” que le escribe a un “tú”. Porque de la misma forma que se escribe individualmente, se lee desde la individualidad. En ocasiones, me dirijo a una comunidad. Entonces, la tendencia natural es a utilizar el plural para referirnos al receptor. En un mismo blog pueden escribirse post dirigidos a un lector en singular y otros dirigidos a una comunidad. No creo que afecte sustancialmente a la lectura esta decisión de estilo si mantiene la independencia en cada entrada. En última instancia, dependerá de cómo sientas que debés escribir y a quién en cada situación.
2- El vocabulario: este apartado me resulta particularmente complejo de desarrollar. No quiero ser ofensiva pero tengo una opinión firme respecto al vocabulario en un blog. No me refiero específicamente a que existan palabras o expresiones desterradas del “buen gusto”,ese no es el punto. Tampoco considero que para escribir un blog debas falsear tu vocabulario con expresiones sofisticadas. Sí considero que nunca debemos subestimar al lector. Nunca. Simplicidad no es simplismo.  Más allá de quién sea mi lector ideal (o mi alter-ego) escribir es una actividad que requiere esfuerzo, dedicación y si quieren, inspiración. No es lo mismo que conversar. La escritura requiere ser revisada y corregida. Autenticidad no es sinónimo de descuido.
3- La coherencia: Un post bien escrito se lee con fluidez aunque sea extenso. Un lector puede obviar el medio para concentrarse en el contenido, a pesar de lo cual, no está de más que facilitemos este proceso evitándole incoherencias. Escribir es pensar, desarrollar y evaluar. Corregir lo que escribo para darle coherencia, exige re-leer un post y prestar especial atención a:
-Desvíos temáticos innecesarios. Establecer una línea de narración y ajustarse a ella evitando subordinaciones anecdóticas, ayuda a conservar la coherencia general del texto.
-El uso de los tiempos verbales:El presente del relato no ficcional se denomina “presente histórico” y aunque es flexible a las maniobras del narrador (puedo alterarlo si lo justifica la narración) conviene mantenerlo del principio al final.
4- Los errores gramaticales y de concordancia. Observar las mínimas reglas gramaticales y ortográficas favorece la lectura y consolida la seriedad de tu sello personal. Las estrategias correspondientes a la gramaticalidad serán motivo de otro post, porque no sé si notaste, pero esté me quedó un tanto largo a pesar de mi voluntad.
5- Las Contradicciones significativas. Estar atenta a las posibles contradicciones es un aspecto a considerar para reafirmar tu sello personal. Ya sean contradicciones temáticas o filosóficas, dejan al desnudo la falta de autenticidad del escribidor. Nuevamente aclaro, no estoy haciendo referencia a un descuido editorial sino a una inconsistencia de principios. Soy enfática en este punto porque considero que la autenticidad es uno de los valores esenciales en cualquier proyecto.

Si te aburriste, ya termina.



Lo habitual es que los discernimientos anteriores los realices de forma intuitiva y en la mayoría de los casos sin planificación alguna. Es más, si sos como yo, escribís por impulso y vas realizando los cambios necesarios sobre la marcha sin pretender darle claridad estructural o un sello personal a tu blog (al menos concientemente) No es la forma en que procede una persona disciplinada… pero mentiría si dijera otra cosa.  Ahora, si tu búsqueda es a largo plazo y te interesa honestamente enriquecer tu expresión escrita para redactar mejores post, entonces el material anterior va a serte de utilidad en algún momento para darle su justo valor al poder de la palabra en un blog.  Antes de que te vayas, sostené la paciencia que desarrollaste en este rato y contame de qué forma imprimís un sello personal en tu blog. Me atrevo a suponer que más allá de que tu blog sea por la más pura diversión, tenés estrategias que no están consideradas en este post y que pueden ser enriquecedoras para quienes lean los comentarios. Ah!, me olvidaba, para matizar y no provocarte el crecimiento de raíces con tanta teoría: el próximo miércoles te traigo un ejemplo práctico de escritura para un blog de las tres D. Nos encontramos el viernes, en una entrada de frugalidad absoluta.