Estrechando lazos entre Polonia y Cuba

Por Nestortazueco

(Eduardo G. Salueña Musicólogo, 09/04/2011)

Los boleros de Chopin, en el ciclo gijonés <<Jazz en el Centro>> de la mano de ‘Pepe Rivero Trío’.

El pianista y arreglista cubano Pepe Rivero ha mezclado, en su tercer trabajo discográfico como líder, las composiciones del creador romántico Frédéric Chopin con los cálidos ritmos del bolero cubano y la armonía del jazz más intimista. Una combinación que suena de lo más natural y que, aunque por momentos podemos pensar en la fusión de Claude Bolling, Jacques Loussier o Modern Jazz Quartet (más interesados en el estilo barroco-clásico y su confluencia con el jazz), el componente latino contribuye a extraer la esencia emocional contenida en la música de Chopin. Rivero vino acompañado del contrabajista Toño Miguel y del baterista Georvis Pico, el mismo trío que grabó el álbum en estudio.

Para Rivero, esta es la segunda visita al ciclo «Jazz en el Centro». En marzo de 2010 vino como parte de la banda del bajista y cantante cubano Alain Pérez, quien presentó su trabajo Apetecible en un vibrante concierto en el que, entre otros, destacaron los intensos pianos de Rivero. Los boleros de Chopin revisa algunas de las piezas más destacadas del compositor polaco, como el «Nocturno N.º 2, Op. 9» (que incluye, en arreglo de Rivero, una extensa cadencia para piano solo), el «Vals N.º 2, Op. 64», el «Vals N.º 1, Op. 69» (el popular y melancólico «Vals del adiós») el «Vals N.º 1, Op. 64» (conocido como el «Vals del minuto», y transformado en el “Vals de la media hora» para el disco de Rivero).

Las dotes instrumentales de Pepe Rivero estuvieron más que patentes en el concierto del miércoles, mostrando una amplia gama de recursos durante todo el concierto (que sin duda fue a más) y un carácter muy enérgico en sus improvisaciones. Lo mismo se puede decir para Miguel y Pico, quienes no se limitaron a ser meros acompañantes. Las intervenciones de Miguel fueron muy aplaudidas, con un alto sentido lírico en gran parte de sus solos. Por su parte, Pico integró muchos elementos percusivos en el tratamiento de su batería, herencia innegable de su también tradición cubana. El trío también retomó otras piezas grabadas por Rivero, como el caso de «Que te desnudes» (que incluyó un picante coro del público como colaboración), la dinámica «Mambo.com» o «Chopin on my mind», encargo de TVE que sirvió de prolegómeno para este nuevo álbum, y que parte del «Estudio N.º 12, Op. 10» del polaco (su famoso «Revolucionario»). Como bis, un medley que se incluye en el disco y que sirvió como sincero tributo a dos pianistas muy importantes para Rivero: Thelonious Monk («I mean you») y Frank Emilio («Zazauma»). La introducción de Toño Miguel al contrabajo fue también muy destacada. Un estupendo recital que colmó las expectativas de los gustos más exigentes, combinando registros más introspectivos y otros más festivos.