Estrés e inestabilidad, malos compañeros de viajes.

Por Grupo Book

Hace ya un mes desde que comenzara a estudiar para los exámenes de septiembre de segundo de bachiller; mucha tensión y angustia que, por suerte, acabó en éxito. Aunque no en pausa. El aprobar los exámenes de sept. supuso el verme con el agua al cuello para presentarme a selectividad; debía preparar el temario de un curso completo en menos de una semana, imaginaos. Todo ha salido bien finalmente en lo que a mi "vida académica" se refiere, a la espera de saber si puedo acceder a la licenciatura que solicito -Filología hispánica- , pero soy optimista en ese aspecto.


El caso es que a mi vida "física" no le ha ido tan bién. Los exámenes han traído tensión y nerviosismo, lo que acaba convirtiéndose en; pocas horas de sueño, y estas pocas sin que signifiquen apenas descanso, ansiedad, falta de apetito, falta de concentración durante los entrenos... En fin, un cúmulo de circunstancias que han acabado significándome una notoria pérdida de peso y una decaída en mis entrenos.

Me influye de forma visible lo emocional a la hora de tocar hierros. Puede que en exceso, y es que tengo serios problemas para separar los diferentes problemas que se me puedan presentar. Supongo que por eso; por estar entre una orilla y la otra, acabo nadando hacia ningún lado, cansándome el doble, y sin ver más que progresos negativos - Permitase el eufemismo tan recurrido en estos tiempos de crisis -Por suerte, creo que estamos llegando de nuevo a una meseta, al menos eso espero. Es cierto que el comienzo de mi primer año en la universidad puede volverse bastante angustioso, pero espero poder sobrellevarlo con relativa facilidad.

Fuente: homimproverFoto: lavueltaalmundodeanaydani