ESTRÉS por LLEVAR una VIDA SANA
19 mayo, 2013 Yo Isasi Alimentos y Emociones
Parece que se nos hace menos estresante comprar comida congelada o precocinada envasada en plástico con Bisfenol A (ya reconocido, por fin, como altamente tóxico) y calentarla en el microondas (chute de radiación extra) durante dos minutos para comerla después de pie, sin masticar y a una velocidad abismal.
No hay tiempo, no tenemos tiempo (eso es lo que a diario nos dice nuestra mente estresada). Todo a prisas y a corridas, desde comer hasta hacer deporte, en un tiempo récord para luego enfermar y que nos dure toda la vida.
Un inciso con el microondas. Antes si hacías un comentario despectivo al microondas te miraban como un bicho raro pero parece que las cosas están cambiando: Conduciendo hacia casa venía escuchando la radio y me encantó cómo el geobiólogo Pere León hablaba, sin pelos en la lengua, sobre los efectos tóxicos y enfermizos que tiene esta aparato tan inofensivo a simple vista. ¿Cuántas empresas tienen uno para que sus empleados puedan comer allí convirtiendo su comida en un cadáver irradiado? Si, las empresas son listas reteniéndonos en las oficinas (sin ver la luz del sol en todo el día) y sin dejarnos un tiempo razonable para comer sano y en tranquilidad. ¿Cuántos hogares lo tienen para calentarse hasta un simple vaso de leche? Anda que nos hemos vuelto demasiado vagos, señores míos.
Este supuesto ‘inofensivo y económico’ electrodoméstico que calienta nuestra comida emitiendo nada más y nada menos que a una frecuencia de 2450 MHz (nuestro cuerpo está en una media de 12,5) roba ácido fólico, vitaminas del grupo B, forma gran cantidad de radicales libres, altera la estructura de las proteínas y destruye las paredes de las verduras y las frutas, entre otras cosas.
Pero sigamos con el estrés. Tengo muchos clientes que se ponen en contacto conmigo porque están desesperados y quieren empezar a cuidarse ya que ven que su ‘mala vida’ les está perjudicando con los primeros síntomas de enfermedad pero una vez que les digo cómo deben llevar su alimentación (les quito el microondas, por supuesto) y estilo de vida se agobian, se estresan más porque su mente les convence de que eso es imposible de seguir, que no tienen tiempo para cocinar, que no tienen tiempo para comer así. Y eso que no les pido hacer ‘florituras culinarias’ sino simple y llanamente cocina super sencilla y básica. Después de un par de semanas (algunos en la primera semana) de ‘estrés’ por cocinarse un buen cereal integral con verduras para cenar en vez de recurrir a lo rápido como un trozo de pizza congelada notan que a su cuerpo le sienta muy bien y que merece la pena pasarse un ratito más en la cocina para recompensar a su desvalido cuerpo y a su mente cansada después del duro día. Es la mente la que niega, la que no acepta el cambio, el estar mejor. Una vez superada esta fase y ver que no es tan estresante, todo empieza a fluir y cocinar buena comida llega ser muy placentero.
Tenemos que volver a reencontrarnos con un habitáculo, ya casi en desuso, como es la cocina. No estoy diciendo que nos pasemos horas aquí pero si que volvamos a encontrarnos con el fuego, con los cuchillos, con la tabla de madera de cortar las verduras, con los cacharros… Este momento puede convertirse en un buen momento de meditación, si, de meditación, no hacerlo mecánico y con actitud negativa sino todo lo contrario, debemos estar en paz cada vez que nos pongamos a cocinar para que así lo cocinado sea bien recibido por nuestro cuerpo, dándole energía tanto física como emocional.
Película 'Julie and Julia'. ¡Me encantan las cocinas como esta!
‘Estrés (del inglés stress, ‘tensión’) es una reacción fisiológica del organismo en el que entran en juego diversos mecanismos de defensa para afrontar una situación que se percibe como amenazante o de demanda incrementada. Este mecanismo de defensa puede acabar, bajo determinadas circunstancias frecuentes en ciertos modos de vida, desencadenando problemas graves de salud.’ Wikipedia
Está claro, que nosotros podemos controlar ese estrés cuando se nos va de las manos. Nuestra manera de llevarlo, de reorientarlo, puede hacer que nuestra vida sea más armónica y tranquila porque muchas veces nuestro estrés es provocado porque entramos en una situación que no nos agrada pero nosotros continuamos allí como presos sin escapatoria. A veces es una llamada de atención que nos dice que algo en nuestra vida no es como queremos, como realmente nos gustaría vivir. Sé que son momentos difíciles y que ahora no podemos estar pensando que si es que mi trabajo no me gusta o si mi pareja no me satisface…Claro, el mundo laboral está muy mal y encontrar una pareja como nos gustaría a estas edades ya es complicado…¡Pues qué os voy a decir! Que personalmente para mi son excusas baratas y comodonas, que aunque el país estuviera repleto de puestos de trabajo y tuviéramos mil pretendientes a cuál mejor, seguro que encontraríamos otra excusa barata. Aquí considero que lo importante es ser fiel a uno mismo. Cuando uno hace lo que realmente le satisface ya sea con la comida como en el trabajo o en el amor, todo fluye, todo rueda, todo va bien y el estrés ni aparece (o desaparece), no hay rastro de él. A veces nos ponemos la venda en los ojos o nos tapamos los oídos para no afrontar nuestra vida y realmente creo que estamos en un momento idóneo para desnudarse y sacar al verdadero ser que llevamos dentro, que es único y fascinante. Así, sin miedos, sin estrés y sin ansiedad aflora las mejores cualidades innatas de uno creándose y construyéndose una vida nutritiva, sana y pacífica. Y quién sabe, tal vez surja el cocinero que llevamos dentro.
‘Podemos contemplar el estrés y los problemas como fuerzas amigas y no destructivas, porque a través de las dificultades tenemos la oportunidad de evolucionar a estados superiores de conciencia’. A.M. Colbin
No te estreses por tu Salud, te mereces lo mejor, regálate todo el tiempo que sea necesario. Es una excusa decirte que no tienes tiempo, tú sabes que si que lo tienes. Verás cómo te lo agradecerás.
Salud y Buenos Alimentos.
Yo Isasi