Aunque poco mencionado también se genera estrés por falta de actividad es decir por desempleo. Y justamente al estrés en período de desempleo es al que quiero dedicar este artículo.
El estrés de los desempleados tiene un componente aún mayor de carga emocional como es lógico y es la falta de perspectivas que el individuo tiene de cubrir sus necesidades básicas y las de su familia, así que el poder desequilibrante y por lo tanto las consecuencias del estrés, en la salud física y emocional, son aún mayores si cabe en la de las personas que están empleadas.
Desde hace años además de impartir formación en empresas, también imparto formación profesional a personas desempleadas y en casi todas las formaciones me encuentro con una dificultad añadida a la falta de conocimientos y es la falta de autoestima de los participantes y ésta es una loza pesadísima para ellos, ya que todo el contenido formativo se ve mediatizado por la desesperanza en los resultados de su búsqueda de empleo.
En 2013, la "Society for the Psychological Study of Social Issues"(Sociedad para el estudio psicológico de asuntos sociales) publicó un estudio llamado "The Psychological Consequences of Unemployment" (las consecuencias psicológicas del desempleo) en lo que se afirmaba que el estrés por desempleo o la depresión por desempleo causadas por el hecho de estar en el paro aumentaban la irritabilidad de las personas que pasaban por esa situación.
Nuestro trabajo es mucho más que la forma de ganarnos la vida. Influye en cómo nos vemos a nosotros mismos, así como la manera en que otros nos ven.
Nuestros trabajos nos dan estructura, propósito y significado.
Es por eso que la pérdida del empleo y el desempleo es una de las cosas más estresantes que se puede experimentar.
Más allá de la pérdida de ingresos, la pérdida de un trabajo también viene con otras pérdidas importantes, algunos de los cuales pueden ser aun más difíciles de afrontar:
- La pérdida de su identidad profesional.
- La pérdida de la autoestima y la confianza en sí mismo.
- La pérdida de su rutina diaria.
- La pérdida de actividad con un fin.
- La pérdida de su sentido de seguridad.
Este conjunto de causas sociales y laborales determinan una serie de necesidades que a su vez exige una innovación psicopedagógica constante que acerque nuevas herramientas para hacer frente a los retos que los desempleados de larga duración necesitan enfrentarse para encontrar la fortaleza mental que les facilite la incorporación al mercado laboral.
Y como es evidente que la situación de desempleo no depende en su mayor parte del individuo sino de las circunstancias coyunturales lo que podemos y a mi juicio debemos hacer, es transitar por esos períodos de desasosiego con alguna herramienta que nos ayude en los siguientes aspectos:
- A mantener una práctica cotidiana que nos permita generar bienestar emocional como es la meditación y alguna actividad física que permita a nuestro cuerpo y por lo tanto a nuestro cerebro a desconectar de esa presión excesiva que se crea.
- Mantener la idea clara de que la situación de desempleo no nos hace menos válidos como personas ni como profesionales.
- Darnos cuenta de la cantidad de reproches mentales automáticos que se pueden producir en esta situación, generando una sensación de culpa y fracaso que en nada es real.
- Nuestra mente va a crear escenarios negativos casi siempre y no siempre éstas previsiones catastrofistas son reales sino el fruto de la frustración del momento que se está viviendo.
Así que aquí para aquellos que les apetezca les dejo una práctica de meditación y otra de relajación que pueden practicar para aquietar esas sensaciones desagradables de los momentos más oscuros del período de desempleo, espero que las disfrutéis.
Meditación sobre la respiraciónhttp://programadestres.com/wp-content/uploads/2015/02/MEDITACION-RESIRACION-AQUI-AHORA-f.mp3
Práctica guiada de relajación autógenahttp://programadestres.com/wp-content/uploads/2008/01/Relajacionautogena-clasica.mp3