Un estudio del Cancer Center de
la Universidad de Texas publicado en la revista Journal of Clinical
Investigation descubrió que la mielina es sorprendentemente dinámica, un descubrimiento
que tiene implicaciones para el tratamiento de la esclerosis múltiple y del daño
a la mielina causado por algunos medicamentos de quimioterapia, que puede ocurrir
en hasta el 70 % de los pacientes dejándolos con un deterioro temporal e
incluso permanente del pensamiento y la memoria. La mielina está compuesta de
sustancias grasas y proteínas, y cuando se envuelve alrededor de los nervios
neurales, como los que se encuentran en el cerebro y la médula espinal, permite
que los impulsos eléctricos se transmitan de manera rápida y eficiente a lo
largo de las células nerviosas. Las enfermedades como la esclerosis múltiple se
producen cuando se daña la mielina, un proceso conocido como desmielinización. El
equipo demostro que los lípidos de mielina maduros experimentan un rápido
recambio y requieren una proteína de unión a ARN conocida como Qki para
funcionar normalmente. El agotamiento de Qki resulta en una desmielinización
rápida y déficits neurológicos graduales cuando se observó en ratones. Significativamente,
Qki sirvió como un co-activador de las proteínas de señalización neural
llamadas receptores activados por proliferador de peroxisomas (PPAR), que
juegan un papel en el control de la transcripción de los genes del metabolismo
de los lípidos al trabajar con sus socios receptores de retinoides X (RXR). El
equipo descubrió que Qki interactúa con una isoforma PPAR llamada PPAR-beta y
RXR-alpha para modular esta transcripción, abriendo un nuevo enfoque potencial
para tratar la desmielinización. El tratamiento de los ratones con deficiencia
de Qki con fármacos como los agonistas PPAR-beta o RXR-alfa alivió en gran
medida la discapacidad neurológica y prolongó la duración de la supervivencia. La
producción continua de lípidos es indispensable para el mantenimiento de la
mielina madura y destaca un papel del metabolismo de los lípidos en las
enfermedades desmielinizantes y los efectos adversos relacionados con la
terapia del cáncer.