Ética de la recomendación médica
En el artículo 10 de esta declaración se dice textualmente:
"Es incompatible con la deontología médica solicitar o aceptar contraprestaciones a cambio de prescribir un medicamento o utilizar un producto sanitario. Este principio ético fundamental no admite excepciones..."Y el punto siguiente (11) dice:
"...Los incentivos directos a la prescripción -positivos o negativos- son también contrarios a la ética cuando proceden de los gestores del centro sanitario, siendo especialmente reprobables si fueran promovidos por profesionales obligados a observar las normas de la deontología médica."Lo que origina este debate, según se reconoce en el propio documento, es que se dedican pocos recursos públicos a la formación continuada de los médicos. Y los salarios de muchos médicos no son excesivamente elevados. De modo que si no existiera la financiación privada de los laboratorios, resultaría imposible mantener la necesaria formación continua de los profesionales de la salud. Por eso la industria farmacéutica ha tratado de "comprar" la voluntad del médico para que recete su producto o servicio a cambio de ciertos "incentivos".
Me parece un tema difícil de resolver. Porque todos queremos que cuando vamos a un médico nos recete lo que él considere es mejor para nuestra salud, no lo que le conviene a él comercialmente, porque recibe incentivos por hacerlo. Sin embargo, cuando hablas con profesionales de la visita médica, todos reconocen que "hay formas" de incentivar al médico, sin incurrir en transgresiones hacia esta declaración. Por otro lado, desde el punto de vista del paciente, debe existir la confianza de que si el médico receta algo es porque considera que es lo correcto para esa persona en esas circunstancias. Pudiendo darse el caso de que se trate de un producto equivalente a otro. Es razonable pensar que un médico en esta disyuntiva tenga una tendencia a recomendar un producto respecto de otro, que considera equivalente. Desde luego yo no quiero que un médico me recomiende un genérico, porque entonces, como dice un amigo mío, la decisión de la marca en concreto baja de ser la responsabilidad del médico a serlo del farmacéutico. Que puede tener los mismos intereses inconfesables en recomendarme una marca en detrimento de otra. Si necesito un medicamento, quiero que mi médico me recete uno en concreto. Y no quiero plantearme que lo ha hecho porque le pagan un incentivo por ello.
El problema surge cuando al médico no le importa entender la calidad del servicio médico que recomienda, y sólo se preocupa por la rentabilidad que tal recomendación le va a proporcionar. Personalmente siempre desconfío del médico (o farmacéutico) que, como criterio para recomendar una marca u otra de un medicamento o servicio utiliza el argumento de "a mí este me da más confianza". Me recuerda a la estrategia (pobre) de algunos vendedores de El Corte Inglés (¿dónde ha quedado la tradicional servicialidad de esta institución?) que como máximo argumento de venta te dicen: "Yo llevo tiempo vendiendo esta marca y nunca he tenido ninguna reclamación".
Entonces, ¿qué debe hacer una empresa farmcéutica para vender más de su producto? En mi opinión, tener un producto mejor que la competencia. Y saber explicar al profesional sanitario por qué su producto es, efectivamente, mejor. Por eso no hay que tener miedo a que el profsional sanitario recomiende una marca respecto a otra. Y es que nuestra sociedad se basa en el crédito, en la confianza mútua entre sus miembros.