Hace ya 5 años, a principios del 2011, que comenzó la guerra en Siria. En primera instancia, solo era un conflicto bélico de carácter musulmán, con el que Europa no tenía nada que ver. El número de exiliados que pedían refugio en Europa fue aumentando progresivamente desde aquel año hasta 2014. Pero en 2015, solo en 2015, a Europa le comenzó a importar esta guerra, es más, se convirtió para ella en una crisis. La Unión Europea es en parte causante de este conflicto, y de la enorme crecida del Estado Islámico, pero solo le preocupa la afluencia de refugiados.
Las medidas que ha tomado Europa tras la llamada crisis de refugiados, han sido medidas de emergencia nunca antes llevadas a cabo. Alemania cerró sus fronteras pese al acuerdo llamado de Schengen, mediante el cual, los países europeos suprimieron las fronteras exportando estas solo a los límites de Europa con países no pertenecientes al continente. Los refugiados, no solo tienen las dificultades de llegar a Europa, sino que además, se encuentran con más impedimentos, cuando pensaban que todo estaba ya resuelto, y que iban a tener la oportunidad de comenzar una nueva vida. La Unión Europea tampoco cumple las leyes que están escritas en la constitución europea sobre la política de refugiados.
Otras medidas que toma la Unión Europea y que son negativas para los refugiados son las siguientes:
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Potenciar una buena imagen hacia Europa. Esto lo consiguen creando leyes que supuestamente van a ayudar a los refugiados a adaptarse en Europa. Ofreciéndoles asilo, seguridad, cooperación… Aunque estas ayudas que esperan con ansias nunca llegan. Otras actuaciones europeas, que no son leyes, pero que creo que se deben enmarcar en esta vertiente son discursos dirigidos hacia los europeos ofreciendo tranquilidad, exponiendo que están trabajando en las medidas, y generando una visión más humana de las instituciones con discursos cercanos y sentimentalistas. Un ejemplo podría ser la preocupación que mostraron determinados países cuando salió en prensa la imagen de Aylan, aunque a los pocos días esta imagen ya no aparecía por ninguna parte, y la población volvía a estar insensibilizada.
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Por otro lado, ofrecer una imagen negativa de los refugiados para turbar a la población europea y crear un rechazo hacia estas personas. Un ejemplo muy claro podría ser las agresiones sexuales que sucedieron en Colonia en la Nochevieja pasada. La culpa de estas violaciones la cargaron los refugiados. Los demandantes de asilo fueron señalados y acusados por la derecha europea como culpables de estos actos. Curiosamente, según afirma eldiario.es, solo 3 de los 58 detenidos por esto actos eran refugiados. Esto no debe perdonarse sean o no refugiados, pero demuestra que Europa no va a caer en el caos por la presencia de personas extranjeras.
Más allá de esto hemos visto tratos más que denigrantes hacia los sirios que solo tratan de salvar sus vidas, como la zancadilla de la reportera húngara Petra Laszlo, o como las quemas de campos de refugiados en Polonia. Desde los gobiernos, los países de Alemania, Dinamarca y Suecia, están siendo muy duros contra los refugiados imponiendo medidas para expulsarles de sus territorios.
Pero también hay grandes iniciativas para ofrecer una bienvenida a los refugiados como esta campaña en Islandia: