La flexibilidad es por norma general el aspecto más descuidado de nuestro estado físico, sólo debemos mirar a las personas que nos rodean y fijarnos en ese detalle.
Yo personalmente soy una persona poco flexible (cuestión de fibras), pero dentro de mi poca flexibilidad por naturaleza, intento al menos estirar todos los días cuando acabo mi sesión de ejercicios. Y practico artes marciales un par de veces por semana, centrándome mucho en estirar y trabajar sobre todo el tren inferior.
Debemos saber que si al hacer pesas no trabajamos rangos completos de movimientos para las articulaciones en ejercicios como las dominadas, presses o sentadillas, podemos llegar a tener verdaderos problemas en un futuro.
Las áreas más comunes donde las personas solemos ser más rígidos, son en las caderas, isquios, espalda , hombros y en muchos casos (gracias a la tensión ejercida durante los movimientos) también las muñecas y los tobillos.
Si observas que no eres todo lo flexible que deberías, lo mejor es prestar atención a ese hándicap y entrenarlo a diario. No olvides que sin un rango saludable de movimiento las articulaciones no trabajan plenamente el músculo y además estamos frenando el desarrollo potencial de toda nuestra fuerza.
Flexibilidad isquiotibiales
Siéntate en el suelo, estira las piernas y flexionando el tronco intenta tocar los dedos de los pies con los dedos de las manos.
Antes de hacer este estiramiento (como es lógico), debemos calentar bien nuestro cuerpo durante 10-15 minutos al trote, saltando a la comba o realizando cualquier actividad que nos ayude a subir la temperatura del cuerpo y prepararnos para el ejercicio que vamos a desarrollar.
Si no podemos tocarnos los dedos de los pies, es necesario que nos centremos más en trabajar los músculos para soltar los isquios.
Movilidad de caderas
Para probar la amplitud de movimiento en tus caderas, necesitará un punto donde apoyarte, puede ser una mesa, o un muro, cualquier sitio que se tenga una altura similar a la de tus cintura. Levanta una pierna y coloca la parte exterior de tu tobillo apoyada sobre la mesa. Ahora gira y empuja la cadera para intentar que la rodilla toque también la mesa ( la espinilla debe mantenerse perpendicular al suelo). Si no somos capaces de tocar con la rodilla en la mesa, de nuevo deberemos centrarnos en trabajar más la rigidez de nuestra cadera.
Hombros y la espalda
De pie intentamos que nuestras manos se toquen en el centro de la espalda (tal como veis en la foto)
Mientras que los hombres generalmente tienden a ser más fuertes que las mujeres, la flexibilidad es un área donde ellas nos ganan de largo. De hecho la mayoría de hombres no pueden superar las tres pruebas.
Yo por ejemplo puedo con las dos primeras, pero en la de los hombros me es imposible…(por ahora..)
La flexibilidad es la habilidad que más pronto se pierde si no se entrena y más nos cuesta conseguir, por eso no debemos jamás de olvidarnos de ella y de las múltiples ventajas que aporta a nuestro cuerpo y nuestros músculos.
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