O el día en el que caí rendida al poder de Anthropologie…
¿Conoces Anthropologie -si no es así, échale un ojo antes de leer mi historia hecha relato-? Se trata de una marca americana que vende: ropa, decoración, menaje, libros entre otros. El trabajo de interiorismo y visual merchandising de las tiendas es su punto fuerte. Todo entra por la vista. A cada isla de productos le corresponde una temática, una elaborada escenografía que te transporta a su universo. A cada paso, hay un impacto y en menos de dos segundos -estás perdido-, el producto pasa a ser una necesidad: tu nueva necesidad.
Una etiqueta que se vende sola aunque no nos engañemos, es cara de narices. Pero ahorras lo que haga falta, porque huye de la mediocridad, es único y diferente es bohemio y chic: es justo como quieres ser.
Así que, no os engañaré, Anthropologie ya era una marca que me fascinaba por si sola. Pero este verano tuve la oportunidad de asistir a uno de sus talleres en NY y ahora ya no puedo ser una clienta más fiel ni admirar más su savoir faire. Y es que ellos SON CONSCIENTES DEL PODER QUE TIENEN LOS EVENTOS CORPORATIVOS.
Sinceramente, yo no estoy acostumbrada a que una tienda me invite a nada. Y cuando invitan estoy segura de que me van a querer vender algo y ya voy con la actitud de me voy a hacer la fuerte: no voy a comprar nada. ¿Y qué me encontré? Todo lo contrario. Un encuentro informal, un cuidado desayuno y además un contenido delicioso. Una velada fantástica junto a la magnífica Naomi del conocidísimo blog I love taza. Donde nos enseñó a realizar coronas de flores.
Así que no voy a hablaros de lo que aprendí en el taller, porque sinceramente, estaba tan impactada con este producto de marketing y comunicación tan perfecto que no podía parar de pensar en ello, mientras el resto de chicas se lo pasaba bomba adornando sus cabezas (y también porque tuve que irme corriendo a la mitad del taller porque tenía un acto que organizar).
Un evento, un encuentro, un taller (comolequierasllamar) REAL habla de tu marca. Permites que las personas la conozcan y la entiendan como es. Sin 2.0 de por medio. Porque aunque no dudamos de la magnitud del 2.0, éste nunca tendrá tanto poder como para superar una caricia humana.
Para mi ahora Anthropologie es glamour pero también es diversión y aprendizaje. Y es la divina argentina y personal shopper de la tienda con la que estuve fantaseando sobre la apertura de un Anthropologie en España. A la que además de agradecerle la experiencia le confesaba:”(…) No, estas cosas no se hacen en España…”. ¿Y a qué esperamos -me pregunto-?