Si el sistema inmunitario humano puede producir anticuerpos que se unen al virus en el punto en el que se uniría a una célula humana, pueden neutralizarlo. Un anticuerpo que funciona de esta manera se denomina anticuerpo de bloqueo del receptor. Anteriormente se pensaba que esta sería la única forma de neutralizar el virus utilizando anticuerpos.
Este hallazgo de un equipo del Reino Unido es particularmente importante en este rompecabezas de anticuerpos porque la forma más común de detectar la eficacia de los anticuerpos contra el SARS-CoV-2 no verifica este método alternativo de ataque. Un examen adicional podría identificar anticuerpos más útiles que anteriormente clasificado como ineficaz. Estos resultados podrían dar lugar a anticuerpos que se pueden utilizar para tratar el SARS-CoV-2. Como los anticuerpos humanos surgen dentro del cuerpo, son relativamente seguros.
Una de las formas en que los virus evaden el sistema inmune es mutar para que los anticuerpos ya no funcionen. Sin embargo, la proteína espiga desempeña un papel tan esencial para el SARS-CoV-2 que sería difícil de mutar. Esto lo convierte en un excelente objetivo para tratamientos y vacunas.