Dependemos afectivamente de los demás cuando sentimos que cedemos en demasía, que nuestro estado de ánimo viene ligado en exceso a la otra persona o cuando en el vínculo que nos une somos nosotros quienes solemos salir perdiendo, a la hora de ceder o de sacrificar cosas que para nosotros son importantes emocionalmente.
“Ella cambiará”, “Los malos momentos son compensados por los buenos que a veces se dan” o “Cuando él está bien, yo estoy bien” pueden ser signos de dependencia emocional. Quizás te sientas identificado o identificada con estas frases u otras similares. En tal caso te conviene leer los siguientes puntos.
Cómo evitar la dependencia emocional.
- Date cuenta de tus prioridades. Pregúntate de manera sincera qué es lo que quieres y de qué forma lo quieres. Puede haber viejas ideas que ya no te sirvan, cosas que aprendiste o que “heredaste” de tu familia. Si notas que dependes emocionalmente, puede que tu prioridad ahora no sea tener pareja o mantener esa amistad que ya no te llena, y sí tu bienestar emocional. Replantéate lo que te dijeron y lo que interiorizaste.
- Recuerdos del pasado, sueños de futuro. Quizás cuando éramos pequeños o adolescentes fuimos creyendo en que necesitábamos a alguien más fuerte o con más experiencia cerca de nosotros para estar bien. Obviamente poder recurrir a personas con estas características nos va a beneficiar. Pero no son imprescindibles para arreglárnoslas en la vida. Imagina qué tipo de personas quieres a tu alrededor en el futuro.
- Tus puntos fuertes. Valórate y reconócete como persona valiosa y especial. Este punto es tan importante que excede el contenido de este artículo, por ello te presento aquí algunos artículos donde desarrollo a fondo este tema: Personalidad atractiva y carismática.
La dependencia emocional es posible partiendo de los puntos anteriores y con una dosis de trabajo personal imprescindible. No se trata de pasar de los demás, si no de darles la importancia precisa en nuestras vidas y de tender a ser autónomos emocionalmente. Seguramente este sea uno de los mejores favores que podemos hacernos a nosotros mismos y a nuestro futuro.
Antoni
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