Taller de zapatería en la Edad Media - imágenes Google
Taller de zpatería en el medievo. Imagen Google
Los zapateros remendones
Con este nombre se han conocido y se conocen, los zapateros que, repartidos por todo el orbe, se encargan de hacer zapatos con sus manos o reparar los calzados rotos o desgastados. Es un viejo oficio que no queda reglamentado hasta la aparición de los gremios y las cofradías de antiguos zapateros.Los gremios zapateros
Los artesanos zapateros empezaron a agremiarse en Europa, a partir de siglo X, hay abundante bibliografía sobre estos movimientos gremiales que llegaron a tener una gran influencia en casi todos los reinos del viejo continente.El oficio de zapatero y el gremioque los representaba, gozaban de privilegios que, en algunos casos, eran equivalentes a títulos nobiliarios y compartían privilegios, tanto en la vida civil como en la religiosa. Muchos de esos gremios tenían un gran patrimonio y las riquezas las administraban en favor de los agremiados; incluso ayudaban a la construcción de catedrales o a la ayuda a menesterosos.
Las exigencias de los gremios
A los miembros de los gremios zapateros se les imponía una serie de obligaciones y que debían cumplir con la mayor rectitud. Era obligación de los agremiados:- Realizar los trabajos de zapatería con luz diurna, es decir, estaba prohibido realizar sus trabajos tras la puesta del sol..
- La obra debía ser perfecta, sin defectos, siguiendo criterios de arte y los trasgresores se les imponía una multa o se les castigaba con azotes en la plaza pública.
- Tenían la obligación, en caso de enfermedad, de colaborar con la familia del zapatero realizando sus trabajos y, en caso de fallecimiento, al sustento por un tiempo de la viuda e hijos.
- No podía agremiarse, dentro de la misma profesión, zapateros de distintos oficios, por ejemplo con los boteros, así apareció el secretismo de las asociaciones "zapateros-boteros".
- Prohibición de mezclar pieles, llamadas nobles, con otras de baja procedencia, por ejemplo la piel de cerdo o colocar entresuelas.
Estrictas normas de conducta
El oficio de zapatero, en la antigüedad, seguía unas estrictas normas de aprendizaje y de conducta en el trabajo y en las actividades cotidianas. Para poder ser zapatero era indispensable seguir una larga preparación a cargo de un maestre zapatero y después pasar una serie de pruebas o exámenes.Las fases para alcanzar la maestría eran, primero la fase de aprendiz, después la de oficial y por último la de maestro-. Pero para ser zapatero eran necesario que hubiese un antecedente del oficio en la línea directa o a las viudas se les permitía contratar un zapatero para continuar el oficio
El lado oscuro del oficio
Pero no siempre fueron los zapateros respetados en la sociedad en la que ejercían, hubo un tiempo en el que el trabajo se consideraba "oficio innoble", al igual que los curtidores; en el siglo XVII la manipulación de las pieles había que hacerla "extra muros", es decir fuera de las ciudades por considerar que los malos olores y los productos de conservación podían traer infecciones.Rehabilitación del oficio de zapatero en España
La Real Cédula de Carlos III, declaraba a los zapateros y a los curtidores, entre otros, "oficios nobles" que no envilecían a las familias ni a las personas que lo ejercían y rehabilitaba a los zapateros para poder ejercer cargos públicos y realizar su trabajo libremente.
El poder de los gremios de zapateros
En algunas ciudades Europeas, los gremios de zapateros eran los más importantes, en Florencia alcanzaba hasta 3000 miembros en el siglo XIII; realizando sus trabajos próximos al Ponte Vecchio; en Milán los zapateros formaban parte de las clases medias-altas; en España en el año 1202, el gremio de zapateros de Barcelona era uno de los más poderosos y ricos de la Ciudad Condal y de los más antiguos del continente.Personajes ilustres que fueron zapateros
En el "libro de oro" de la profesión, entre otros, figuran el profeta Mahoma; el botánico Carl Von Linné; el poeta Hans Sachs que fue inmortalizado en la obra de Richard Wagner "Los maestros cantores de Nuremberg; el escritor León Tolstoi; Aniano, obispo de Alejandría; el franciscano San Felix de Nicosia.Como epílogo a este corto acercamiento al oficio de zapatero, que mejor final que transcribir unas frases de Miguel de Unamuno dedicadas al "maestro sutorio", en el libro El sentimiento trágico de la vida... "Aquí teneis un zapatero que vive de hacer zapatos, y que los hace con el esmero preciso para conservar su clientela. Ese otro zapatero vive en un plano espiritual algo más elevado pues tiene el amor propio de su oficio, y por pique o pundonor se esfuerza en pasar por el mejor zapatero de la ciudad o del reino, aunque esto no le dé más clientela ni más ganancia y sólo renombre y prestigio. Pero hay otro grado aún mayor de perfeccionamiento moral en el oficio de la zapatería, y es tender a hacerse para con sus parroquianos el zapatero único e insustituible, el que de tal modo les haga el calzado que tengan que echarle de menos cuando se les muera....y piensen sus parroquianos, que no debía haberse mueto, y esto es así porque les hizo calzado pensando ahorrales toda molestia.... les hizo el calzado por amor a ellos y por amor a Dios en ellos, se lo hizo por religiosidad"