Todo comienza el jueves por la tarde, nos dirigimos a Evora a pasar la noche. Es una ciudad amurallada muy bonita. Tiene ruinas de un templo romano además de un acueducto. Nos dimos una vuelta pequeña. Volvimos al hotel y yo me puse a ver el partido del Athletic contra el Valencia en él que palmamos por 2 a 0. Los portugueses me miraban con caras raras mientras mi cara de sufrimiento iba en aumento.
Llovía a la mañana siguiente, ¿tendríamos suerte y se despejaría? Soñar es gratis. Tras un copioso desayuno nos dirigimos a nuestro siguiente destino: Sintra. Sin duda ha sido la parte del viaje que más he disfrutado. La llegada a la ciudad resulta curiosa, vas avanzando por caminos decadentes hasta que de la nada sale la ciudad. Muros llenos de verdín por doquier son una constante. Ciudad digna de cualquier cuento. Nuestra siguiente parada es uno de los numerosos palacios existentes. Al que nosotros fuimos poseía unos jardines de ensueño. Eran realmente mágicos.Aquí os dejo alguna foto:
Llegamos por la tarde a Cascais, por fin sale el sol. Dejamos las cosas en el hotel y me encuentro con estas vistas desde mi habitación. Más tarde me pondría en el balcón a estudiar y repasar la entrevista que me venia encima en dos días..
Bajamos a la boca del infierno (manda huevos el nombre...) donde el Atlántico rompe con gran fuerza alcanzando el agua gran altitud. La gente se dedicaba a dejar el coche al borde del acantilado para ver el espectáculo. La ciudad es de veraneo y se nota, posee casas de ricachones y más de un coche de lujo pude ver. Vamos al centro y nos damos una vueltecilla parando a tomar algo. Volvemos al hotel hasta la hora de cenar y yo aprovecho para estudiar con vistar al mar...Cojonudo. La tarde entera nos la ocupo pasear por las calles del centro, como por ejemplo la de la derecha encontrándonos el famoso ascensor. No llegamos a subir debido a que las colas eran de más de 1h y no estábamos por la labor. Yo probé un pastel de nata famoso de Lisboa y se parece mucho al pastel de arroz que se hace en el norte. Y me quedo con el de arroz de calle, no hay color. Por la noche nos fuimos a cenar un restaurante en el cual se cantan fados. Te roban, literalmente. Cobran lo que quieren por la comida. Realmente estás pagando el espectáculo pero ya podrían esmerarse un poco en la comida. Yo en un rato libre preparo mejores platos. Me pedí un plato de cerdo a la portuguesa. Lo comí por comer, y cuando ya había acabado me llega el acompañamiento que era una ensalada. Se me quedò cara de tonto al oírles que era para mi plato. Que plato le preguntó, ya he acabado. Me dice que si no me gusta que lo deje. De risa; 30 lerus más otros 10 de cubierto solo mi parte. Una barbaridad por la mierda de comida. Los fados, pues no es mi estilo musical predilecto. Pero a quien le guste, lo disfrutara.
Llega el verdadero infierno tras una estupenda noche en el pedazo hotel, y que desayuno... Puffff...
El coche no arranca. Simplemente no le da la gana. No tiene ni un mes. El seguro nos tiene 6 horas dando por culo, nos quieren meter en el aeropuerto. Creo que no viven en este mundo y no eran conscientes de que había un volcán por ahí dando por culo.Tampoco hay coches de alquiler(mentira de la buena, lo que pasa es que no quieren pagar los precios abusivos impuestos por la demanda de la gente que los está cogiendo para irse hasta Noruega. Cierto, lo vimos en la recepción del hotel) y no hay trenes para 3 días. Al final nos medio obligan a tomar la decisión de coger un taxi Lisboa-Málaga. Si yo no hubiese tenido que estar al día siguiente en Málaga para coger el Ave a Madrid otro gallo hubiese cantado. Llega un taxi con 700.000km, ponemos el grito en el cielo. Que intentan buscar otro dicen, no tenemos horas para que lo busquen. El taxista va con un móvil en la mano, en la otra una libreta; a 150km/h y tomando curvas. No sabemos si gritar o llorar. Al final en Madrid todo bien tras una entrevista de 3 horas. Me han aceptado y el curso que viene voy hacer un master allí. Este sábado además tuve el TOEFL de 4 horas infernales en Granada. Ya veremos como sale la nota.