Ex Fábrica Cultural Pobre Diablo

Por Redfundamentos @redfundamentos
OBRAS

EX FÁBRICA CULTURAL POBRE DIABLO · 3/18/2021

La casa rehabilitada e intervenida tiene alrededor de 70 años, es una casa patrimonial que ha sido testigo de la transformación del barrio y la ciudad. Por sus espacios han frecuentado muchísimas voluntades, por ese motivo sus paredes guardan huellas de eventos humanos realizados a lo largo del tiempo. En sus inicios, una fábrica de café Moca (±1950), posteriormente, una fábrica cultural —Pobre Diablo y container— (2000 y 2017) y, actualmente, incluye una fábrica del conocimiento —Impaqto La Floresta— (coworking), una galería y un restaurante —Terra— (2019). El proyecto arquitectónico indagó en esos tiempos, los respeto y los enfatizo, integrándolos como un palimpsesto.

Vista de la entrada del restaurante. Fotografía: Bicubik Photography

Como motor de proyecto decidieron fijar el siguiente lema: “Detectives forenses desde el lugar”, como si de una escena de crimen se tratase. Se identificó cada mínima particularidad, siendo conscientes de las temporalidades, las sutilezas, de lo evidente y lo oculto. Por medio de la observación y el tacto entendieron todas las complejidades del espacio. Las pistas que la edificación les daba les permitió plantear soluciones contundentes, sin transformar el lugar, más bien, dialogando con lo existente y potenciando.

Espacio de trabajo. Fotografía: Bicubik Photography

Fue un proceso creativo de hacer y pensar con las manos. En la etapa de diseño picaron paredes, cortaron elementos, descubrieron materiales e incluso plantearon soluciones desde el trabajo artesanal. Realizaron prototipos y pruebas de procesos constructivos, en un contacto directo con la materia mientras pensaban sobre el proyecto.

Vista espacios de trabajo. Fotografía: Bicubik Photography

Fomentamos encuentros estratégicos, como un taller abierto que recibió a ciudadanos, usuarios, emprendedores, actores culturales, representantes barriales, gestores de desechos líquidos, etc.

Se accionó sobre la idea de las buenas prácticas, en el manejo y gestión de los propios recursos, además del impacto ambiental que genera el edificio y la incidencia de él en los procesos urbanos. Se planteó respetar su esencia, su tiempo y sus circunstancias materiales, ocupar sus demoliciones, conservar sus plantas y árboles, filtrar los desechos líquidos por medio de especies vegetales y disponer dos grandes contenedores que recogiesen el agua de lluvia.

Vista hacia el espacio cubierto del restaurante. Fotografía: Bicubik Photography

El proyecto busca un enfoque crítico sobre las existencias y la relación con su territorio. El espíritu de este proyecto es hacer un llamado a la acción ciudadana, frente a las lógicas de desarrollo contemporáneo.