Las Ultimas Investigaciones realizadas comprobaron científicamente que los países de bajos y medios ingresos, como los de
Latinoamérica, en donde desde 1958 hasta 2016, se optó por usar vacunas orales
para la erradicación de la poliomielitis salvaje, se encuentran ‘en riesgo’ de que
resurja la enfermedad, debido a que la inmunización sólo dura un máximo de 30
años. Es importante señalar que el virus
se alojó en el intestino y ha mutado actualmente, por lo que puede contagiarse
y causar una parálisis flácida. El riesgo en la región de las América puede ser
bajo por las continuas campañas de vacunación, en comparación de África, donde
el riesgo es muy alto. América Latina prefirió la vacuna oral por cuestiones de
presupuesto y para abarcar mayor población; mientras que la inyección (IPV) que
sí mata el virus solo se aplica en 179 países los cuales ya no tiene más casos
de polio, pero faltan 194 naciones donde están las naciones africanas y
latinoamericanas solo México a adoptado este método y en Venezuela se está
iniciando pero la mayor parte de la población fue inmunizada con la polio oral.
La Organización Mundial de la Salud, así como el Fondo de las Naciones Unidas
para la Infancia (Unicef), solicitaron se descontinúe el uso de la vacuna oral,
se elijan la inmunización inyectable y se tenga una estricta vigilancia
epidemiológica ante casos de flacidez, lo que significa verificar o descartar
si se debe a ese virus. En 2017 se registraron un total de 96 casos de la cepa
salvaje, supuestamente eliminada, en Afganistán, Nigeria y Pakistán, donde se
encuentra activo el polio. En 2018 se han detectado siete casos, seis en
Afganistán y uno en Pakistán