La verdad que esta excursión, a priori, me daba más miedo quela primera que tuvieron al teatro, por aquello de ser todo el día, de que hubiese animales, de ser más lejos (20 minutos en autobús), etc. Pero conforme pasaban los días y tras la experiencia de la primera vez me fui tranquilizando, y al final tuve claro que no podía privarle de esta experiencia y más cuando su seño me lo ponía en bandeja: la vigilaría de cerca, se llevaría comida especial para ella (triturada), habían inspeccionado el sitio antes y habían visto que no había peligros potenciales…Pues ya está: Se lo va a pasar genial.
Aunque mucha gente piensa que un niño con TGD no se entera porque no participa en conversaciones, o porque no habla o porque no hace peticiones, no es así…Tampoco es el caso de mi hija, ya que ella tiene lenguaje aunque no lo utilice correctamente. Para facilitarle su adaptación, yo siempre intento que mi hija se involucre en los preparativos de todas las actividades para que las anticipe bien: tanto si nos vamos a pasar el día a la playa, como si tenemos un cumpleaños, como si se va de excursión. Así que lo primero que hicimos fue buscar una gorra juntas: como en casa no había ninguna de su tamaño nos fuimos de compras, se probó varias y al final estábamos entre dos: la del tigre y la de Hello Kitty, y fue ella quien hizo la elección final.
Los días anteriores a la excursión rescatamos nuestros libros de la granja para ir recordando los animales y mediatizándonos un poco, jeje. Además, le hice una agenda especial para explicarle que el jueves se iban de excursión, y la entendió perfectamente.
El día de la excursión se quedó un poco descolocada en la guardería (palabras de su padre) porque ella esperaba irse inmediatamente a la granja, y no era exactamente así(aquí quizás falló comprensión por su parte), pero el resto del día estuvo muy bien: montó en poni, dio de comer a las cabras, vio y tocó a todos los animales, jugaron en los columpios, saltó en la cama elástica, en fin lo mismo que sus compañeros…Eso sí: volvió oliendo a establo y no durmió siesta por lo que estaba muy nerviosa. Mi hija tiene un punto que del cansancio pasa a la hiperactividad… Se lo pasó pipa pero al día siguiente seguía teniendo “secuelas” del cambio de rutina y es que seguía pensando en la granja y se pasó el día muy nerviosa, situación que se normalizó al pasar un día más.
La valoración es muy positiva y espero que en su nuevo cole también pueda disfrutar de estas experiencias. Muchas gracias a las seños que acabaron reventadas también…Es que menuda responsabilidad y que valientes son llevando de excursión a nuestros pequeñajos.