El V Curso de Terapéutica Inmunológica/Biológica en Dermatología tendrá lugar el próximo 26 de noviembre en Barcelona coordinado por el Dr. Lluis Puig, profesor y dermatólogo del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau en Barcelona, con la colaboración de Abbott. Durante este curso, los dermatólogos y residentes en dermatología debatirán sobre los nuevos fármacos en desarrollo para tratar la psoriasis, el tratamiento en situaciones especiales, las comorbilidades unidas a esta patología, en qué medida estas enfermedades asociadas a la psoriasis pueden interferir con el tratamiento biológico y cuáles son las estrategias de combinación y cambio de tratamiento.
El tratamiento con fármacos biológicos es la terapia más vanguardista para controlar la psoriasis de moderada a grave. La finalidad de este curso es "establecer los objetivos terapéuticos y los criterios de eficacia o fracaso; proporcionar herramientas para efectuar una correcta selección del paciente y el agente biológico a utilizar, el tratamiento combinado con agentes sistémicos convencionales, la sustitución de unos biológicos por otros en caso de fracaso, pérdida de eficacia o acontecimientos adversos", explica el Dr. Puig.
Los dermatólogos españoles ocupan un lugar de primer rango en el ámbito internacional en lo que respecta a la difusión del tratamiento biológico, según el Dr. Puig. "El dermatólogo que maneja tratamientos biológicos debe aunar el conocimiento científico del inmunólogo y el internista con la empatía propia del médico de familia y actuar como referente para otras especialidades, tales como reumatología, enfermedades infecciosas o psicología clínica", comenta el Dr. Lluis Puig. "Esto nos permite ser muy exigentes en los aspectos de eficacia y seguridad", añade.
El reto de cara al futuro para la comunidad dermatológica, con respecto a los psoriásicos, es identificar a aquellos pacientes con mayor riesgo de morbi-mortalidad cardiovascular, y así implementar las medidas adecuadas de prevención y las estrategias idóneas de tratamiento, además de proporcionar un tratamiento precoz que mejore el control de la artritis psoriásica, la cual afecta a un 30% de los pacientes con psoriasis.