No hacen falta demasiados metros para conseguiruna vivienda con una decoración exquisita, como demuestra el apartamento que Bernd, diseñador gráfico de día y artista de noche, tiene en Viena. La casa, de tan solo 45 m2, está ubicada en un edificio de comienzos del siglo XX que fue en sus orígenes una fábrica textil.
Sin embargo, el espacio parece mucho más grande debido a la altura de los techos y al uso inteligente que el propietario ha hecho de los colores en los diferentes ambientes de la casa. A ello hay que sumar la gran mesa del comedor que da la sensación, de nuevo, de amplitud.
En cuanto a la decoración, destaca, por una parte, la sabia combinación de piezas modernas de Ikea, por ejemplo, con otras compradas en mercados de segunda mano, buscando transmitir historicismo a la casa; y por otra parte, el uso de telas y de composiciones divertidas de cuadros. Todo ello unido imprime un carácter ecléctico al esquema decorativo, que lo hace muy especial.
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