Hay que extraer todos los dientes de leche, puesto que su estado es muy malo. El intenso bruxismo que tuvo deterioró el esmalte y lo complicado que es cepillarle los dientes han pasado factura. Teresa no deja que se la ayude, todo solita, por tanto primero se limpia la dentadura, colutorio incluido y con cepillo eléctrico y luego intentamos terminar nosotros, luchando, sujetándola y de mala manera. Y la lengua por medio que lo ocupa todo. Cuidamos con mimo los definitivos, pero los temporales ya están perdidos.
Aconsejan quitarlos para evitar infecciones. Es la opinión de los médicos y así se hará. Mi pregunta siempre ha sido ¿y como comerá?. Y la respuesta es que se apañara, que es algo temporal.
La múltiple extracción se realiza con sedación en el hospital. Y da miedo. En anteriores ocasiones la anestesia no ha sido bien tolerada por la protagonista de este diario, por tanto y viendo los informes previos, como que entra algo de congoja.
Ya hemos tenido una intentona, el pasado jueves día 10, pero la inoportuna fiebre ha obligado a posponer la intervención. Con las ganas que tenemos que pase, que la crezcan las piezas definitivas y seguir con el cuidado de su boca correctamente. Necesita por lo visto mantenedores de espacio, por falta de este para los dientes. Un rollo que suena complicado, largo y doloroso.
Nos han dicho que este un típico problema del síndrome de down. Falta de piezas, falta de espacio, debilidad del esmalte. Chinitas en el zapato.