El paciente, de 56 años y apellidado Cao, comenzó a "alimentarse" de plástico hace tres años, después de que sus padres fallecieran y él se viera sin trabajo y en la pobreza.
Desde entonces, cada vez que se veía en problemas Cao tragaba pequeños tubos plásticos de unos 30 centímetros, que él pensaba que su organismo estaba digiriendo sin problemas.