Las tendencias te arrastran. Cada día lo tengo más claro. Escuchas una idea, la descartas porque choca con alguno de tus sagrados principios. Pasa el tiempo y ves fotos estupendas en las revistas de moda. Pasa más tiempo y las ves en las tiendas de ropa en las que ya no te parecen prendas tan lejanas... Incluso te las pruebas. Y en el probador empiezas a convencerte... quizás se parece a ese estilo que te ha seducido en alguna imagen bonita... quizás no está aún muy extendido y eso te permite sentirte un poco 'en avanzadilla'... El caso es que te la terminas llevando, con la frase fácil de "si no me veo en casa, lo cambio".
Y todo es empezar. Al final te atreves, te gusta y piensas "¿cómo no me lo puse antes?"
Pues eso me ha pasado a mi con esta nueva tendencia a llevar las faldas cortitas y, para más inri, con volantes.
Me digo que ya tengo una edad... que las piernas blancas no lucen bien con faldas tan cortas... y que es imposible ir a ningún sitio serio con ese look. Pues me lo he tenido que tragar todo: he encontrado una falda corta con volantes que se adapta bien al cuerpo y no se va enseñando nada. Es de ZARA y su mejor baza es que debajo de los volantes tiene un corte recto, por lo que no es una falda de vuelo: no se sube, no se infla y no se mueve.
La he combinado con un jersey de punto finito de MANGO, porque al principio me daba un poco de pudor llevar una falda tan corta solo con una camiseta. Al final el calor de la oficina me animó a dejar a un lado el jersey y lucirla sin más.
Truco para hacer las piernas menos "defectuosas": he usado medias de rejilla con una tonalidad un pelín más tostada que mi piel. No dan tanto calor como las medias tradicionales y el resultado es muy bonito.
Sobre el bolso estoy preparando un post especial porque he descubierto que esta es mi "prenda del mes". Me ha combinado con todo y es una maravilla. Ya os contaré.