Tampoco es plan de dedicarme a gastar y gastar, porque ahora más que nunca soy consciente de que el dinero no crece de los árboles (¿¡esos precios para volver a casa por Navidad!?), pero no puedo evitar mirar los escaparates y las tiendas online y Polyvore y Ebay como si fuera agua y yo estuviera en un desierto desde hace días.
Para estas cosas, toda buena "fashionista" (por favor, no utilicemos nunca este término fuera del mundo escrito, porque si ya suena ridículo aquí, imaginaos en una conversación real) sabe que lo mejor es hacer una wishlist. Dejas esa "lujuria" por la ropa en las manos de una lista de deseos y intentas olvidarlo con la esperanza de que alguien te lo regale.
Nunca ocurre, pero soñar es lo último que nos queda.
Para los amigos, romances y familiares soñados que me regalarían algo de lo que publico aquí, debo aclarar que solo es una guía, que no es que quiera ESE jersey de 600€. Pero oye.
Dream fall wishlist por thenmarina con fall home decor
Lo peor de esto es que algunas de estas maravillas las tengo echadas un ojo. Si no iguales, similares por precios mucho menores (sabéis que tengo esa alergia a las cosas caras si soy yo quien tiene que pagarlas) y acabarán cayendo en mis redes algún día que se me pase por la cabeza eso de "¡el dinero está para gastarlo!"
Una vez al año no hace daño. O una vez al mes, más bien.