Para el hijo pequeño me decanté por ponerle bajo el brazo un peluchín con cara tierna. Le pegaba muy bien.
Y qué me decís de la mamá. Os hace ahora mismo un par de cuentas para lo que necesitéis. Encima, con esos ojos verdes, más guapa imposible.
Y cuando yo pensaba que ya estaba todo terminado, llegan y me dicen que la familia tiene un gato, que han visto el que hice para la fofucha cantante y que quieren uno. Así que una ocasión estupenda para desconectar un poco haciendo un amigurumi.