Cuatro de las principales empresas farmacéuticas mundiales -GlaxoSmithKline (GSK), Merck, Johnson&Johnson y Sanofi-Aventis- han acordado reducir los precios de sus vacunas en los países en desarrollo antes de la conferencia que la Alianza Mundial para Vacunas e Innunización (Gavi) celebrará el próximo 13 de junio.
Una reunión que, de cumplirse la promesa, no podría empezar de mejor forma, ya que afectaría directamente a la llamada vacuna pentavalente, que protege contra cinco enfermedades mortales: difteria, tétanos, tos ferina, hepatitis B y la 'Haemophilus influenze' tipo B. "Espero que la medida permita a millones de niños recibir esta vacuna", escribe en The Times, Andrew Witty, jefe ejecutivo de GSK.
La Alianza Gavi es uno de los proyectos más ambiciosos del fundador de Microsoft, Bill Gates, centrado desde hace años en ayudar a los más desfavorecidos mejorando sus condiciones sanitarias. Ante el anuncio de estas empresas, Gates ha mostrado su "satisfacción". "Se trata de un paso importante para asegurarse de que estos niños tendrán el mismo acceso a las vacunas que los de los países ricos", ha añadido.
La vacuna pentavalente no será la única que reciban más barata estos países. Según Andrew Witty, presidente ejecutivo de GSK, esta empresa también aplicará un importante descuento contra el rotavirus, un germen responsable de fuertes diarreas e, incluso, deshidratación que está relacionado con la muerte de 500.000 menores al año, "y a la que pensamos bajar su precio en un 67% respecto a como se puede encontrar en EEUU".
Ante este anuncio, Gates ha explicado la importancia de que no sólo se trate a los niños con la enfermedad, sino que, además, "se puedan prevenir muchos casos y muertes" únicamente con un mejor acceso a los medicamentos.
"Es importante destacar que esta oferta es sostenible, porque recuperamos el costo de la fabricación", segura Witty. Además, según señala la BBC, también se subsidia con el aumento de los precios que todos los años afectan a los países más ricos. "Es obvio que si una persona vive en algún barrio pobre de Kenia o Malawi no van a tener capacidad para pagar por ese medicamento", explican desde GSK, "por lo que países ricos y compañías farmacéuticas tienen que ayudar conjuntamente", añaden.
"Sólo pido a las empresas farmacéuticas que vayan de la mano con la sociedad y construyan modelos de negocio que no se distancien de las necesidades urgentes que hay en el mundo", comenta Witty.
Y mientras que espera que esta promesa se conviertan en una realidad, GSK ya anuncia otra buena nueva: el desarrollo, más pronto que tarde, de la vacuna contra la malaria.
**Publicado en "EL MUNDO"