Los autores, dirigidos por Erick Turner, de la Oregon Health & Science University en Portland, (EE.UU.), han llegado a estas conclusiones tras revisar 24 ensayos registrados por la FDA previos a la comercialización de ocho antipsicóticos de segunda generación-aripiprazol, iloperidona, la olanzapina, la paliperidona, quetiapina, risperidona, la inyección de risperidona de larga duración, y ziprasidona- y comparar estos estudios con los resultados transmitidos en los artículos publicados en las revistas médicas.
Los autores encontraron que cuatro ensayos de estos previos a la comercialización presentados a la FDA permanecen inéditos, y que todos los ensayos no publicados mostraron resultados negativos: tres mostraron que el nuevo antipsicótico no tenía ninguna ventaja estadísticamente significativa frente a placebo, mientras que un ensayo mostraba que el medicamento era estadísticamente inferior un otro mucho menos costoso.
Fármaco inferior
En cuanto a los estudios publicados, los investigadores vieron que se enfatizaba la eficacia del nuevo medicamento. Por ejemplo, la revisión de la FDA reveló que uno de los nuevos medicamentos, iloperidona, era estadísticamente inferior a tres medicamentos diferentes de la competencia, pero esta información no fue mencionada en los artículos de las revistas correspondientes.
Por otro lado, cuando los autores utilizaron meta-análisis para combinar los datos de prueba y comparar los ocho medicamentos con placebo, se encontraron con que el sesgo de publicación tuvo poco efecto sobre su aparente eficacia en general. Más preocupante, dicen, es que algunos datos negativos no aparecen publicados, lo que puede inducir a error.
Los autores concluyen que «la magnitud del sesgo de publicación en el caso de los antipsicóticos es menor que la identificada previamente en los antidepresivos». Y reclaman más estudios que investiguen el sesgo de publicación en otras clases de fármacos, lo que permitirá crear una base de datos con información más precisa.
**Publicado en "ABC SALUD"