Fármacos para interrumpir la lactancia materna con efectos secundarios muy graves

Por Miguel @MiguelJaraBlog

La cabergolina (cuyas marcas comerciales son Dostinex y Sogilen) es un medicamento empleado para suprimir la lactancia por inhibir secreción de prolactina (también se usa como coadyuvante de la levodopa en el tratamiento del Parkinson). Se sabe que es fármaco poco seguro y así lo explican los portales sobre lactancia materna pero se alerta de nuevas y muy graves reacciones adversas. Os cuento.

La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps) ha comunicado mediante nota informativa que este principio activo cuya indicación concreta y correcta es «inhibición/supresión de la lactancia por razones médicas», ha provocado acontecimientos adversos graves, como hipertensión, infarto de miocardio, convulsiones, derrames cerebrales o trastornos psiquiátricos en mujeres que acaban de dar a luz.

Tratadas con cabergolina para interrumpir la lactancia, en algunas de estas madres el desarrollo de convulsiones o accidentes cerebrovasculares fue precedido por cefalea grave y/o trastornos visuales transitorios.

La tensión arterial se debe vigilar estrechamente durante el tratamiento, aunque también es ganas de jugársela pues, como indica el citado portal prolactancia:

Los tratamientos no farmacológicos para retirar la lactancia son tan eficaces como los farmacológicos».

Como advierte la Agencia de Medicamentos, si se desarrolla hipertensión, dolor torácico indicativo de infarto de miocardio, cefalea grave progresiva o constante (con o sin trastornos visuales) o indicios de toxicidad en el sistema nervioso central, se debe suspender el tratamiento con cabergolina y evaluar a la paciente inmediatamente.

No se han reportado efectos indeseables en recién nacidos y lactantes amantados pero es que según se reconoce en la ficha técnica del fármaco:

No se ha investigado la seguridad y eficacia de cabergolina en niños y adolescentes menores de 16 años».

Lo cierto es que este tratamiento para algo que no es una enfermedad en sí misma tiene muchas alertas de uso y contraindicaciones, como esta de «antecedentes de psicosis o riesgo de psicosis posparto». Y muchas advertencias y precauciones especiales de empleo porque como con otros derivados ergolínicos, se debe administrar cabergolina con precaución en pacientes con enfermedad cardiovascular grave, hipotensión, síndrome de Raynaud, úlcera péptica o hemorragia gastrointestinal o con una historia de gravedad, particularmente, trastornos psicóticos, mentales.

En el apartado de reacciones adversas destaca que aproximadamente el 14% de los pacientes experimenta efectos secundarios, que parecen muchos. Las más comunes son: descenso de la presión arterial (12%), mareo (6%) y cefaleas (5%). El tratamiento a largo plazo aumenta la frecuencia de las reacciones adversas hasta aproximadamente el 70%.

Fijaros lo que cuenta también su ficha técnica, que es el documento oficial con toda la información disponible sobre el producto:

No existen estudios adecuados y bien controlados sobre el uso de cabergolina en mujeres embarazadas. Los estudios en animales no han demostrado efectos teratogénicos, pero se observó una reducción de la fertilidad y la toxicidad embrionaria en asociación con la actividad farmacodinámica».

Si lo vais a usar o lo estáis haciendo y no lo habéis hecho, merece la pena que leáis el documento entero.

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