Feliz 2015: cumplimos un año de amor

Por Cristina Lago @CrisMalago

Nuevos años, nuevas oportunidades. Para muchas personas, el fin de ciclo es un acicate para dejar atrás malas épocas y empezar de (casi) cero. Para Locos de Amor, el 2014 ha estado lleno de ilusión, de sorpresas y de retos. ¿Qué nos esperará en el 2015?

En el año 2012, Locos de Amor era poco más que un cigoto de idea sin nombre en alguna parte de mi mente. En este año, tuve que afrontar decisiones importantes sobre el rumbo que quería que tomase mi vida. Hasta entonces, había tirado hacia dos direcciones: el conformismo resignado, pero cómodo y aquello a lo que realmente me llamaba el corazón. Llegó un momento en que ambas cosas eran irreconciliables: debía elegir. Y como suele pasar, tenía miedo de equivocarme, de fallar, de no ser constante, de no poder comprometerme o de no poder salir adelante sin ayuda. En otros momentos, estos temores habrían bastado para acallar cualquier voz de cambio: pero había tantas señales delante de mis ojos, que esta vez, aposté.

La página echó a rodar en agosto de aquel año, con la fábula Buena suerte, mala suerte.

Pero no fue hasta finales de año (así, un día como hoy) que vi claro lo que quería hacer y cómo lo quería hacer y empecé a creer al 100% en el proyecto.

Así pues, me puse a trabajar. Pronto empezaron a llegar pequeñas señales de que la cosa iba por buen camino. Un artículo llamado Amor o conformismo, se hizo viral; una página de psicología italiana, tradujo La pareja narcisista para su plataforma; varias webs de temas relacionados ofrecieron colaboraciones; y lo más importante…empezasteis a llegar vosotros.

Mientras construía este blog paso a paso, también me enamoraba de una persona.

Ambos -relación y blog- han nacido, crecido y se han desarrollado juntos y en cierta manera, tienen mucho que ver el uno con el otro, se han alimentado y se han enriquecido mutuamente. Ambos han constituido los primeros compromisos de mi vida asumidos por pura elección y corazón. Y ambos han crecido sanos y fuertes.

El amor es un sentimiento, sí. Pero es cierto que requiere paciencia, consciencia y constancia. Lo que he aprendido este último año, tanto en el terreno sentimental como en el laboral, es que cuando hay amor, la paciencia, la consciencia y la constancia son mucho más sencillas. De alguna manera, siempre encuentras la manera.

He escrito durante todo este año sobre rupturas, sufrimiento, dolor, nostalgia, crisis, miedos o etapas tristes y complicadas que están presentes en algún momento en nuestras vidas. Y sin embargo, nada de esto habría existido sin amor. El amor como pasión que te vuela la cabeza; el amor desesperado como último recurso; el amor tierno, que te emociona hasta las lágrimas; el amor infantil, que te hace muy egoísta y muy generoso al mismo  tiempo; el amor utópico, que desgasta buena parte de nuestros sueños y nos frustra al no materializarse nunca; el amor insulso e conformista; y finalmente, el amor como un milagro cotidiano que sucede (casi) todos los días.

Todos estos amores son la materia de la que están hechas estas palabras.

En este año 2014, me habéis visitado de un montón de países. España, sobre todo, pero también Méjico, Argentina, Colombia, Nicaragua, República Dominicana, Estados Unidos, Francia, Inglaterra, Chile, Perú, Venezuela, Italia…¡hasta Paquistán!. Por aquí, habéis pasado 200.000 personas de todo el orbe, unidas por las mismas preocupaciones, las mismas dudas o los mismos sentimientos, lo cual demuestra que independientemente del país, la cultura, la religión, o el sexo, en el dolor,  todos nos volvemos hermanos.

Es un descubrimiento impresionante.

Me despido de este año con saludos, cariños y abrazos para todos los que habéis estado aquí: Fran, Reina, Hermes, Anita, Asador, María, Tere, Eve, Fer…y tantas otras personas de todos los países que han puesto su granito de arena para que sigamos aprendiendo.

Un besazo también para Lucía. Eres una persona de una valentía excepcional. Te deseo lo mejor para este 2015 que, si mucho no me falla la intuición (y no suele fallarme), va a ser extraordinario para ti. Te lo has ganado.

A mis amigos y familia, desearles lo mejor de lo mejor para el año que entra: sois gran parte del alma de todo esto.

Y para mi amigo, mi amor y mi cómplice. Su humanidad, su sensatez, su humor, su dignidad, su cabezonería y su ternura también están entretejidos a lo largo y ancho de Locos de Amor. Eres el mejor de los compinches, el más divertido de los colegas y el mejor de los compañeros de viaje que pueda haber imaginado nunca. Y tantas otras cosas, que necesitaría crear un nuevo blog, sólo para poder hacerles justicia. Te quiero, Robin.

Siempre he recibido con ganas los nuevos años. Nadie sabe lo que pasará durante el 2015, pero la esperanza convierte la incertidumbre en algo maravillosamente impredecible.

Y a fin de cuentas, como decía mi amado Chesterton: la cosa que mantiene la vida romántica y llena de ardientes posibilidades es la existencia de esas grandes limitaciones vulgares que nos obligan a todos a enfrentarnos a las cosas que no nos gustan o que no esperamos.

Os deseo un 2015 lleno de aventuras.