First of all, I wish you a Happy New Year. I'd have liked to write this post days ago, but it's complicate to keep updated the blog when you study 24/7.
Por otra parte, el otro día leí una idea para comenzar el año que me gustó, así que voy a compartirla con vosotros. No soy de las que al finalizar el año hace un balance, pero sí, hay años que me han dejado un sabor amargo: posiblemente no fueron años terribles pero, como resulta inevitable, muchas veces la vida no es como planeamos. Además, en mi caso, creo que recuerdo más las cosas malas que las buenas y es por ello que me gustó la idea que os voy a proponer.
On other hand, I read an idea for starting the year that I liked, so I´m gonna share it with you all. I'm not the kind of person who makes a balance the year at the end of it, but it doesn't mean that some years I felt relieved when they came to an end. Moreover at least in my case I have a better memory for the bad things that for the good ones and that's the reason why I liked what I'm gonna propose you.
Es algo muy sencillo: tan sólo necesitáis un tarro y papelitos. Cada vez que os ocurra algo bueno, escribidlo en un papel e introducirlo en el tarro. No se trata de "guardar" tan sólo las cosas extraordinarias sino también esas pequeñas cosas que nos hicieron felices en su momento. De esta manera, cuando finalicemos el año abrimos el tarro y recordamos esos buenos momentos.
It's someting really easy, you only need a jar and little papers. Every time something good happens to you, write it down and introduce the paper in the jar. The goal isn't only keep in mind the extremely good things, but also those little things that made our day. So at the end the year we'll open the jar and find many reasons to smile.