Creo que, menos los políticos y la gente de similar arrimamiento, en general todos estamos en contra de esa pesadez insoportable de "los alumnos y las alumnas", "los profesores y las profesoras", "los compañeros y las compañeras", etcétera.
La Real Academia Española defiende el tradicional masculino genérico. Ya se entiende que si decimos "los graduados" nos referimos a los chicos, pero también a las chicas.
Yo soy partidario de eso, tanto por costumbre como porque considero que es lo menos estorbador, aunque reconozco que se presta a confusión y a imprecisión si en un conjunto de hombres y mujeres me quiero dirigir solo a los hombres: No se sabrá si les hablo solo a ellos o a todos (todOs) los (lOs) asistentes.
Para ello están surgiendo nuevas propuestas, que, aunque creo que son justas, no me terminan de convencer y me parecen muy artificiosas: Algunos proponen llamar alumnos solo a los chicos, alumnas solo a las chicas y alumnes cuando se engloba a ambos sexos. En este segundo caso, al escribir también se puede utilizar alumnxs(1) y alumn@s. Bien; repito que me parece justo, pero no me hago a ello. Si sois lectores (lectorEs) habituales de este blog habréis visto que uso el masculino genérico. Otra forma de escribir se me haría rarísima.
Cuando le sacan este tema a la RAE siempre contesta que no hay que confundir los conceptos de sexo y de género, y que el masculino genérico es perfectamente válido y recomendable. De acuerdo, pero también la RAE ha dado todas las muestras imaginables de machismo durante toda su historia, así que igual en ese debate no es un árbitro imparcial ni justo.
Dicho lo cual, también tengo que decir que una cosa es usar el masculino genérico global, como yo hago, y otra tener en la cabeza que todos los miembros del colectivo son hombres.
Desde tiempo inmemorial y hasta yo diría que 2008-2010 aproximadamente, el colegio de arquitectos de mi provincia celebraba la cena anual de Navidad(2). Estaban invitados todos los arquitectos colegiados y sus esposas. Se hacía en un buen restaurante de la capital de la provincia y durante los postres se daban unos regalos: al arquitecto un bonito detalle "de arquitecto" (un aguafuerte de un autor conocido, una pluma estilográfica...) y a su esposa un detalle "de esposa de arquitecto" (un monedero de piel, un pañuelo...). (No olvidemos que también hace años el diccionario de la RAE decía: "alcaldesa. f. Mujer del alcalde", y no contemplaba, ni siquiera sospechaba, ninguna otra acepción).
Con el tiempo hubo que ir pasando del coqueto restaurante al gran salón de celebraciones, porque el número de colegiados (pero ¡ay! el de colegiadas) subía sin parar.
A pesar de eso el colegio seguía obstinándose en hacerle al colegiado (o colegiada) un regalo "de hombre" y a su pareja uno "de mujer". Se generaban situaciones estúpidas de todo tipo, como podéis comprender.
Esto no cambió porque los tiempos y el sentido común se impusieran, no, sino porque llegó la crisis, se acabó el dinero y ya no hubo más cenas ni más regalos. Ni de hombre ni de mujer.
No he hecho un estudio estadístico (aunque los datos están ahí para que los busque quien quiera), pero sí que veo que ahora en cualquier aula hay más chicas que chicos, y también os digo que hace unos días he tenido el honor y el orgullo de formar parte de un tribunal de defensa de Trabajo de Fin de Grado al que se han presentado ocho alumnos con ocho trabajos excelentes: siete chicas y un chico.
Y siendo esto así, siete frente a uno, ¿es lógico que yo siga usando el masculino genérico? Puestos a generalizar (que sigo pensando que es lo mejor para no andarse con la enojosa duplicación que nos crispa los nervios), usemos en este caso el femenino en vez del masculino. Usemos siempre el que sea mayoritario en un grupo. Puestos a que la generalización equivoque el género de algunos, que sea el de los menos.
Así que me permito felicitar a todas las GRADUADAS (se llamen Laura o José Luis) en Fundamentos de la Arquitectura y hasta me atrevo a lanzarles un discurso, pero eso, si me lo permitís, lo haré en la próxima entrada.
Enhorabuena y a disfrutar. Merecéis estar orgullosas de vuestro esfuerzo y de vuestro trabajo.
--------------------------------------------(1).- Un querido compañero es muy partidario de esto. Escribe: "Lxs estudiantes se dirigirán a lxs profesorxs..." Repito que me parece una opción justa, y cuando tengo que suscribir un comunicado de este tipo lo hago sin el menor resquemor ni reserva, pero os confieso que a mí no me sale. De mí (aún) no brota eso espontáneamente.(2).- En otro momento podríamos hablar de por qué los colegios de arquitectos de algunas provincias tenían tanto dinero para estos saraos.