Ferdinando Banchini

Por Lasnuevemusas @semanario9musas

Sombras y silencios se arrastran
desde los rincones
por las paredes despojadas,
babean sobre los muebles atónitos,
se adhieren enormes al techo,
estrechan el cerco
después de las horas sin espera coaguladas
en los pliegues del día
indolente rayado de lluvia,
horas goteantes inertes
en el titubeo decepcionado del crepúsculo
que fuera se dora, al fin, un poco...

Arpa de luz trémula sobre los cristales.
Esperanza arcana semilla intacto grito.

OMBRE Ombre e silenzi strisciano
dagli angoli
INTERIOR sulle pareti spoglie,
INTERNO Interno consueto, antiche forme che gravano
APARTE torpide su moti corrosi di memorie,
vi guardo con occhi sbarrati, pareti ingiallite
dove sbadiglia muta una finestra, sparse
IN DISPARTE Borbotta la fontana
Trascorrono le ore
INDIFERENTE sul quadrante del cielo,
migrazioni lunari
si perdono a orizzonti ignari, nel giardino segreto
INDIFFERENTE d'oleandri sfioriti
pazienti ritmi infiniti. carabattole stinte polverose, mentre
nodi di vita si sfanno in oblique penombre
e preme da soglie sconnesse spietata una pena. sbavano sui mobili attoniti,
s'incollano enormi al soffitto,
stringono il cerchio
dopo le ore senz'attesa rapprese
nelle pieghe del giorno
accidioso rigato di pioggia,
ore goccianti inerti
nell'indugio deluso del crepuscolo
che fuori s'indora, alfine, un poco...

Arpa di luce trepida sui vetri.
Speranza arcano seme intatto grido.

Interior habitual, antiguas formas que gravitan
torpes sobre movimientos corroídos de memorias,
os miro con ojos desorbitados, paredes amarillentas
donde bosteza muda una ventana, esparcidos
trastos descoloridos y polvorientos, mientras
nudos de vida se deshacen en oblicuas penumbras
y empuja desde umbrales inconexos despiadada una pena.

Borbotea la fuente
en el secreto jardín
de adelfas marchitas
pacientes ritmos infinitos.

Transcurren las horas
en el cuadrante del cielo,
migraciones lunares
se pierden en horizontes ignaros,

tránsitos ininterrumpidos
de hojas nubes sombras
palabras, mientras mareas
ardientes de fugaz
vida cruel y afectuosa
empujan.
Compuesta y solitaria
la fuente balbucea.

Grumos de ausencia
en espirales de silencio,
residuos de dispersas conchas.

En el gélido vacío el dolor
es zambullida sorda de guijarro
que se abisma.

Antigua pena
de entrevista belleza,
de mutilada vida discorde.

Prodiga sus oros la tarde
mansa y cruel,
indiferente.

Ferdinando Banchini nació en 1932 en Roma, donde reside.

Entre otros libros, ha publicado: Oscillazioni, Attese y Undici poesie.