La unidad de potencia de Maranello puede rendir con más presión de sobrealimentación, pero no puede cargar del todo las baterías debido a que el MGU-H no funciona correctamente, según informa Auto Motor und Sport. Este hecho provoca que su V6 Turbo ofrezca la potencia necesaria durante la primera mitad de las rectas, mientras que en la segunda se dedica generalmente a volver a cargar la bateria, lo cual impide a Ferrari acelerar en las rectas con todos sus caballos disponibles al no poder exprimir toda la energía almacenada.
Además, hay otro problema. Si la turbina gira a demasiadas revoluciones, puede causar daños. Kimi Räikkönen abandonó en el Gran Premio de Australia debido a un sobrecalentamiento del turbocompresor que acabó provocando un incendio. El fallo persiste desde los test invernales, pero Ferrari no podrá solucionarlo hasta el GP de España. El equipo trabajó en encontrar nuevas soluciones a través de un nuevo software y un cambio en las baterias, pero eso no solucionó el problema. Por eso ahora están perdiendo mucho tiempo en las rectas de Baréin respecto a Mercedes. Sin embargo, el SF16-H es rápido en las curvas y conserva bien los neumáticos.
Ferrari ya está desarrollando unas nuevas turbinas en colaboración con Honeywell. Pero los turbocompresores son piezas complejas de diseñar, por lo que pueden tardar unos tres meses. Por este motivo se espera que el nuevo motor esté listo para el GP de España. Hasta entonces, Ferrari deberá luchar con Mercedes con un ojo en la fiabilidad. Se calcula que la pérdida de rendimiento con este error de diseño es de medio segundo, justo el déficit aproximado que arrastra el SF16-H respecto a Mercedes en sesión clasificatoria.
Así pues, una vez solucionen este fallo, es posible que puedan desafiar seriamente la hegemonía de las flechas de plata. Sin embargo, expertos en el turbocompresor afirman: "El tema es tan complejo que las vulnerabilidades del turbocompresor no siempre se logran eliminar en el primer intento".
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