Una vez más, y como viene siendo costumbre últimamente en estos eventos, hubo bastante discreción, y los colores que más se dejaron ver fueron negro y nude, ninguna novedad respecto a las últimas alfombras rojas.
Ya sabéis que me encantan los vestidos en color negro y me vuelven loca los brillos, y en esta ocasión me han encantado estas opciones con encajes y estilos barrocos.
Isabel Serrano estaba espectacular con este estilo, aunque el moño era demasiado voluminoso, uno italiano o de bailarina habrían sido suficientes para este vestido.
Carla Hidalgo llevaba un vestido muy bonito, le quedaba genial, aunque los pendientes de aro no eran los más apropiados, y un peinado más serio le habria quedado mejor.
Natasha Yarovenko absolutamente espectacular
María Castro arriesgó y acertó, con un vestido lleno de excesos barrocos y un peinado muy bien trabajado
En negro, con un bonito vestido, aunque excesivamnete sencilla iba Hiba Aboukrhis
Demasiado discreta Carlota Baro, con un holgado y lacio vestido que nada deja entrever, y un peinado de ondas más propio de un día de compras que de un acontecimiento en el que los flashes acechan
El horror de estilo en negro, con Candela Peña e Isabel Coixet, para variar...
Me gustó también el estilo de Verónica Sánchez en nude y Aura Garrido en negro con brillos, guapas, sencillas sin arriesgar, pero adecuadas para el evento
Elisabeth Reyes llevaba un vestido que, aunque bonito, no la sentaba como ella merece, y destacó más por su exagerado escote que por su elegancia
Algunas salieron de la tendencia del nude de una manera más o menos acertada, como Cristina Castaño, guapísima con un vestido azulón corto, aunque más apropiado para un festejo de menos envergadura que un festival
Juana Acosta, lamentablemente, no sacó provecho de su imagen sexy con este vaporoso vestido azul claro
Y como no, el precioso color rojo, mi segundo color favorito para los vestidos de fiesta, pierde todo su glamur ante la imagen tan desaprovechada de los estilismos de María Esteve y Ana Fernández, que fueron de lo peor de la velada, en mi opinión.