Hay quienes comparan a Fez con la antigua ciudad amurallada de Jerusalén. Seguramente es algo exagerado, pero no cabe duda de que ocupa el primer lugar de las ciudades imperiales de Marruecos, lidera los lugares de culto musulmán y posee una de las universidades más antiguas del mundo, siendo conocida como la capital cultural y espiritual de Marruecos.
Escondida en lo más profundo y entramado del corazón de la Medina, la mezquita Universidad de Karaouine está cerrada a los no musulmanes y solo podemos admirar su belleza desde fuera. La estampa de ver familias enteras descansar, rezar o estudiar en sus patios es muy llamativa para los occidentales. Su minarete data del año 956 y es el monumento islámico más antiguo de Fez, además de contener una de las bibliotecas más antiguas e importantes del mundo.
Desde la azotea de nuestro hotel durante la noche pudimos ver a lo lejos escasamente iluminadas, las Tumbas Merinides. A la mañana siguiente después del desayuno, aunque no llegamos a ellas, pudimos visitar el Mausoleo de Abou Bakr ben Larbi y el cementerio musulman al otro lado de las murallas. Es muy curiosa la orientación de las tumbas en sentido norte-sur, con el cadáver de costado mirando hacia La Meca directamente sobre la tierra.
Fez continúa en mi lista de viajes. fue tan fugaz la visita que no pudimos ver todo lo que hubiéramos deseado. Si contáis con tiempo suficiente no olvidéis ver sus Murallas, el barrio judío, el barrio de las pieles, el Parque Jnane Sbi, el Palacio Real, la Medersa Attarine o el santuario de Moulay Idriss II entre otros. Esta vieja ciudad tiene cientos de lugares y secretos que visitar y seguro que ninguno de ellos os deja impasibles.
Algunas fotografías más de FEZ: