Métodos: Se trata de un análisis transversal de 4.251 participantes sin demencia (edad media, 76 ± 5 años), del estudio poblacional “Gene/Environment Susceptibility-Reykjavik Study”. Datos de registros médicos fueron recogidos por la presencia, subtipo y el tiempo desde el primer diagnóstico de la FA; 330 participantes tenían FA. Mediciones de volumen cerebral, ajustados por volumen intracraneal y la presencia de infartos cerebrales fueron determinados mediante resonancia magnética. Memoria, velocidad de procesamiento y componentes de función ejecutiva se calcularon a partir de una batería de pruebas cognitivas. En un modelo de regresión lineal multivariable, se realizaron ajustes por los factores demográficos, factores de riesgo cardiovascular e infartos cerebrales.
Resultados: Los participantes con FA tenían menor volumen cerebral total en comparación con aquellos sin FA (P <0,001). La asociación fue más fuerte con el tiempo aumentó persistente / permanente de FA paroxística y desde el primer diagnóstico de la enfermedad. En relación a volúmenes de tejido cerebral, FA se asoció con un menor volumen de hiperintensidades de sustancia gris y blanca (P <0,001 y P = 0,008, respectivamente), pero no de hiperintensidades de sustancia blanca (P = 0,49). Los participantes con FA obtuvieron calificaciones más bajas en las pruebas de memoria.
Conclusiones: FA se asocia con menor volumen cerebral y la asociación es más fuerte con la carga cada vez mayor de arritmia. Estos hallazgos sugieren que la FA tiene un efecto acumulativo negativo en el cerebro independiente de infartos cerebrales.
Stroke. 2013;STROKEAHA.12.679381published online before print February 26 2013, doi:10.1161/STROKEAHA.12.679381