Fiesta de 30 cumpleaños: los 30 también pueden ser dulces

Publicado el 27 enero 2012 por Millepapillons


Ahora que ya tengo asumidos mis recién estrenados "30" puedo mostraros algunas de las imágenes del "finde" entre amigos que organicé para celebrar mi 30 cumpleaños. No fue nada espectacular ni tampoco sonado, pero me encantó. Este año me apetecía celebrarlo de manera íntima y relajada. Así que convoqué a amigos y familia a un día/finde rural.
Tengo suerte que todos mis amigos y familia estamos conectados vía redes sociales (es lo que tiene cuando una vive en una isla y el resto en la península). Así que mandé una invitación/convocatoria vía red social.

Simple, sencilla y efectiva. La realicé en un abrir y cerrar de ojos. Sin coste alguno y, para mi gusto, divertida. ¿Qué os parece?
Lo siguiente fue reunirnos todos en algún lugar. Y afortunada que soy, pude invitarlos a todos a la casa rural de mis papis (que últimamente no ganan para celebraciones). El Mas del Silenci era el enclave perfecto para el tipo de reunión de amigos que me apetecía. Además, el día amaneció con un cielo radiante, sin una nube y con temperaturas más que agradables.

La terraza-jardín de el Mas del Silenci. Espectacular gracias a su enclave en mitad del bosque. www.massilenci.com
Empezaron a llegar los invitados (que eso ya tiene mérito, la casita está en medio del bosque) y disfrutar de una cervecita fresquita en el jardín. Y a mi me empezaron a llover regalos. No os podéis imaginar la cantidad de cositas que me regalaron. Se portaron todos genial y acertaron con todo. Por supuesto ropita y complementos. Ya os iré enseñando cositas... Después llegó el almuerzo. Mi mami, Ana y yo, preparamos un bufet con gran variedad de platos. ¡Y fue un éxito! Luego llegó el secreto mejor guardado: un bufé de postres. Y es que si algo me caracteriza es ¡mi pasión por el chocolate! mmm cada vez que lo recuerdo me entran unas ganas de dulce.... Por eso preparé los toppers con el lea de la fiesta: LOS 30 TAMBIÉN PUEDEN SER DULCES

El bufet era una delicia en todos los sentidos. Algunas de las cositas que preparamos fueron: copitas con tiramisú, mini lingotes de chocolate, chupa-chups de praliné, piruletas de chocolate con oro y plata, trufas de anís y miel, hojaldre con nata y conguitos, la tarta de cumpleaños de trufa, mini pasteles de crema, nata y praliné,... Así que imagínate como acabamos después de comer: ¡redondos!
 
¡Soplando las velas con la super ayuda mi sobrino Marcos,el peque de la familia y una auténtica monada!

Después del almuerzo llegaron los gintonics (Mr Papillons ya es todo un experto en su elaboración) y las fotos. Preparé alguna cosita de atrezzo para animar la sesión y este fue el resultado. A ver si os gusta.


 Para la decoración (lo siento pero apenas tengo imágenes) utilicé una guirnalda con banderines de tela de saco y otra cuerda que colgué encima del bufé y donde coloqué unas targetitas con la ayuda de mini pinzas de madera. En cada targetita cada invitados podía darme "consejos" sobre cositas que no podía dejar de hacer a los treinta.

 Los centros de mesa los preparó mi mami, utilizando unos grandes jarrones de cristal y llenándolos de limones y mandarinas. Y decoré las servilletas con unas etiquetas con "Jud cumple 30" atadas con cuerda natural. Ya os he dicho que no fue nada espectacular, pero que en un conjunto quedo chulo y gustó a todos.

Para que veáis lo que llevaba puesto os dejo con esta imagen con mi ahijado Arnau, que está guapísimo y cada día más grande. Para la ocasión elegí este vestido de Mango que lleva des de el principio de otoño en mi armario y que me encanta (la verdad es que me lo estoy poniendo muchísimo). Es muy cómodo, su color es muy favorecedor y le puedes dar un aire más sofisticado con sandalias o zapatos salón o un aire más informal (como quise darle yo) con botines (yo estrené los míos de Uterqüe que me regaló Mr. Papillons) y medias marrón.
Y como hacía mucho tiempo que no estábamos todos juntos, alargamos el almuerzo hasta la hora de la cena. Así que preparamos de nuevo un bufet. Esta vez un bufé salado con variedad de quesos, salmón, jamón, membrillo, varios embutidos, foie y "cocas" de pan recién hecho y croïssants para comer rellenos. Y arrasamos. Así que nos pasamos el día comiendo y hablando sin para. Y lo bueno de los findes rurales es el desayuno del día siguiente. Madre mía, dos días sin parar de comer.
Aunque lo mejor de todo fue poder compartir charlas, risas y tertulias con todos los que más quiero. ¡Lástima que no pudieron venir todos!
Espero que os haya gustado.Mil Besos y Mille PapillonsJud