Fin de ciclo

Por Peterpank @castguer
   Asturias, España, estos días.

Lunes 11 de Junio de 2012. Los mercados machacan con saña la deuda del Reino de España. La prensa de las democracias occidentales se chotea de la delirante intervención del Presidente del Gobierno antes de partir para ver en directo, al lado del Borboncito, el debut de la selección europea en la Eurocopa. El Borbón felicita al Gobierno por los 100.000 millones de euros con los que los españoles quedan intervenidos para pagar la impagable deuda del sistema financiero más sólido del mundo, rememorando el telegrama que, dos días antes del desastre de Annual, le envió su abuelito al General Silvestre, mientras el Estado Mayor, con los huevos por corbata, le suplicaba que retrocediera: “Olé tus cojones”. La CT, en su versión impresa, sigue explicando que el rescate es la pera, que España y Europa están salvadas y animando al personal a seguir creyendo en los reyes magos.

El poder judicial está hecho trizas. La jefatura del Estado es un guiñol. El Ejército es incapaz de afrontar sus compromisos de pago. El sistema financiero está quebrado, con la única salvedad de las entidades que tienen una parte sustancial de su negocio fuera del Reino. El Banco de España ha sido convertido en un adorno. Las cámaras de representación de la soberanía son irrelevantes. El Gobierno del Reino es objeto de choteo dentro y fuera de las fronteras españolas. La economía española está zombie, arrasada por un sistema financiero que en lugar de proveer financiación la retira del mercado.

Hay quién cree que todo ello no va a tener consecuencias profundas y relevantes en la arquitectura jurídico-política española, pero los reyes son los padres. No se puede arruinar, robar y mentir a decenas de millones de personas a cambio de paro, recortes de derechos y subidas de impuestos sin que no pase nada, ni tan siquiera en un país que exterminó la civilización hace 73 años.

Lo que queda en cuestión ahora es cómo se hace una transición a la democracia. Hace 83 años, la primera medida que anunciaron los republicanos al llegar al gobierno del ayuntamiento de Barcelona fue el imago de la deuda gigantesca -igual a la de todo Portugal- que dejó el pelotazo de la Expo del 29. También fue la primera medida que incumplieron, gracias al chantaje del PSOE. La segunda fue la supresión de la Guardia Civil. En este sentido, parece mucho más conveniente optar por el sensato experimento de Pi y Margall que por la II República que aplastaron los malos.

Maketo power