El trabajo que traigo hoy al Finde Frugal de Marcela Cavaglieri tiene historia.
Cuando compramos la casa del Empordà vimos que era una casa un poco extraña y que no quedaba muy clara cuál era la entrada principal. Al final por comodidad y accesibilidad acabamos haciendo la entrada en lo que para otros sería el garaje. Pero claro, tampoco queríamos renunciar a la capacidad de almacenaje que te proporciona un garaje.
Así que al principio lo equipamos con estanterías de la serie Hejne de Ikea. No se vosotros pero para mi un trastero es una especie de "olvidadero" donde van a parar todas esas cosas que te resistes a tirar (un poco por ese empecinamiento que tiene el ser humano de agarrase a lo material) pero que en el fondo no necesitas para nada. En fin, eso ahora aporta poco a la historia. La cuestión es que esas estanterías Hejne se llenaron de las cosas más dispares que podáis imaginar. Desde el arbol y los adornos de navidad a la sillas de la playa y toda la colección de cosas inútiles que os he comentado antes. Tanto mi marido como yo somos muy ordenados pero por muy ordenado que uno sea tener todos esos objetos a la vista nos molestaba porque parecía lo que en mi casa se conoce como el "yo me lo vendo" y decidimos que lo mejor era hacer un armario a medida para que todo quedara escondido.
Pedimos presupuesto a un carpintero y un poco más y tienen que usar uno de esos desfibriladores que hay a pie de calle porque se me paró el corazón cuando me dijeron el precio. Así que nos pusimos manos a la obra y decidimos hacer un pequeño brainstorming para solucionar el tema. Y una vez más me sorprendio lo creativos que podemos llegar a ser todos cuando nos los proponemos.
Entre mi marido y yo decidimos hacer una especie de puertas de "gallinero" para cubrir las estanterías que ya teniamos de modo que la parte interior del armario ya la teníamos. Imaginad qué ahorro.
Las puertas de gallinero que véis las hicimos con unos cuantos listones de pino comprados en Bauhaus, tela de gallinero comprada a metros en una ferretería de la zona, tela con textura de lino de color tostado que compré en Ikea, un poco de pintura de color crema y para darle un poco de gracia utilizamos unas pizarritas con forma de gallinas que compré en Maisons du Monde. Bueno ... con todos esos materiales y con la pericia de mi marido con el bricolaje.
¿Hay algo mejor que el trabajo en equipo?
(Photos by Y tan flamenca! Please, don't use them without permission)